Urgen inclusividad contra la corrupción en Yucatán
Buscan crear estrategias que faciliten el mecanismo de queja para que las personas con discapacidad accedan fácilmente a la justicia
Mérida, Yucatán. Emitir un mecanismo de queja luego de ser víctima de un acto de corrupción debe ser accesible a todas las personas, por eso, este miércoles la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción de Yucatán y el Instituto para la Inclusión de las Personas con Discapacidad de Yucatán (IIPEDEY) informaron sobre las estrategias para acercar este servicio a las personas con discapacidad.
Ángel Espadas Monsreal, sicólogo e intérprete de la lengua de señas en el IIPEDEY, explicó que es imprescindible crear estrategias que faciliten el mecanismo de queja para que las personas con discapacidad estén satisfechas al requerirlo, brindándoles servicios incluyentes y de calidad por medio de ajustes razonables para sus condiciones de vida.
El mecanismo de queja consiste en brindar atención y trámite a las quejas ciudadanas ante la Comisión Ejecutiva o la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción de Yucatán, dijo; ya fuera por actos u omisiones de autoridades, servidores públicos o particulares, por la presunta comisión de faltas administrativas o hechos de corrupción, por ello toda la ciudadanía y las organizaciones civiles deben ser capaces de acceder a ella, agregó.
Para que todas las personas puedan optar por ejercer este derecho, señaló que la queja debe ser aceptada por escrito, cualquier medio electrónico, de forma oral si la persona no puede escribir o por cualquier otra manera accesible para las personas con discapacidad.
El servicio puede llamarse incluyente, apuntó, siempre que sea claro, sencillo y preciso, de lectura fácil para las personas con discapacidad intelectual, en sistema braille para la discapacidad visual y con interpretación en lengua de señas para quienes tienen discapacidad auditiva; realizar esto es implementar medidas para cumplir el derecho a la información y opinión, enfatizó.
María Cristina Hercila Ayuso, maestra de comunicación organizacional (IIPEDEY), abundó sobre el tema destacando que lo primero que deberán hacer es preguntarle a la persona si necesita ayuda y una vez que afirme, cuestionarle cómo le pueden ayudar.
Las personas con discapacidad requieren el mismo trato que todas las personas, adecuado, resaltó, la importancia de hablarle directamente al individuo que va al trámite, es decir, de forma directa con la persona con discapacidad y no a su acompañante.
Si la persona requiere el apoyo de su acompañante, ella lo pedirá, y así evitar hacerle sentir que no le están tomando en cuenta, añadió.
Para las personas con discapacidad motriz señaló que es imprescindible contar con las infraestructuras adecuadas para acceder al servicio (desde rampas, lugares de estacionamiento, elevadores, hasta ventanillas más bajas).
En el caso de la discapacidad auditiva sugirió establecer contacto visual y, si no sabe lengua de señas, mantener comunicación por escrito, para ello propuso utilizar cubrebocas transparentes para identificar si le entienden leyendo los labios. Si hay servicio de interpretación también pueden recurrir al mismo.
Para quienes viven con discapacidad intelectual, pidió dar explicaciones de manera clara, precisa y sencilla sin omitir ningún paso que requiera el servicio, pues eso sería un tipo de discriminación, además, siempre creerle, sin pensar que porque tiene discapacidad intelectual no es cierto lo que vivió.
En cuanto a la discapacidad sicosocial, señaló necesario priorizar sus trámites y si tuviera alguna crisis la prioridad será la estabilidad de la persona y proseguir hasta que esté tranquila.
Para las personas de talla baja destacó que los módulos deben ser accesibles, ventanillas bajas y si no las hay, sacar un escritorio y atenderles en un lugar a su altura; sobre la discapacidad visual, apuntó, deben leerle los formatos y ayudarle a verificar su documentación.
Además, cuestionarles si leen braille y contar con los formatos en ese sistema; recalcó siempre hablarles, desde que los lleven al sitio correspondiente, informarles a donde están yendo, si hay un escalón, con quién estarán y cualquier movimiento.
Prevenir y atender la corrupción con atención hacia todas las personas porque “la lucha contra la corrupción es tarea de todos”.
(Con información de La Jornada Maya)