Si haces tu tesis en maya nadie la va a leer, le dijeron
Lo anterior, dice Sarao Cauich, es un síntoma de un sistema académico discriminatorio y vertical, que inhibe la lengua maya en Yucatán
Mérida, Yucatán. Tras culminar con los protocolos de investigación, el entonces estudiante James Sarao Cauich tuvo la intención de hacer su trabajo de titulación en maya, su lengua originaria, pero profesores de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) no se lo permitieron, argumentando que “no tiene sentido escribir algo que nadie va a leer”.
Lo anterior, dijo, es un síntoma de un sistema académico discriminatorio y vertical, ya que en Yucatán ningún trabajo de titulación -llámese tesis, memoria o cualquier otra modalidad- ni examen de grado ha sido presentado en el idioma maya, pese a que en la matrícula existe un número considerable de alumnos y alumnas mayahablantes.
“Es un problema, porque incluso dentro de la carrera (Literatura Latinoamericana, en su caso) se está cuestionando el término de lo latinoamericano, es decir, el por qué tendríamos que estudiar textos que competen a una idea de nación o plurinacionalidades construidas”, expuso.
Al externar a sus profesores su intención, estos le dijeron que “no tenía sentido”, pues al no ser mayahablantes, no le iban a entender. Su trabajo, explicó, es corregir los avances, pero como no saben maya, no tienen posibilidades de retroalimentarlo.
Lo que James iba a tener que hacer es conseguir un sinodal externo, pero es un proceso complicado desde que el trabajo de los académicos es remunerado. Él, o cualquier otro estudiante, hubiera tenido que pagar por tal apoyo.
Eurocentrismo académico
Lo anterior, James Sarao lo atribuye al eurocentrismo que impera en la academia, cuyos lineamientos se rigen desde otras latitudes, por ejemplo, la cuestión del abstract (o resumen). Ese tipo de estatutos, consideró, facilitan a los académicos “de gabinete” la investigación.
“Pienso que por cuestiones de practicidad crean estos lineamientos, pero no están considerando que existimos estudiantes que queremos construir otro tipo de teorías desde nuestras propias disciplinas, desde nuestra propia identidad”, sentenció.
No obstante, James, quien ahora se desenvuelve como docente de lengua maya, celebró que cada vez sean más los esfuerzos por hacerlo y se esté ablandando esta rigidez burocrática, aunque continúe existiendo la discriminación.
“Si nos negaron la escritura durante 300 años -antes de que se empiece a inculcar con fines nacionalistas- ahora que muchos mayas actuales ya están alfabetizados en castellano, lo que ha sido un proceso complejo, viene una segunda discriminación”.
Con lo anterior, James se refiere a que los mayahablantes no pueden escribir todo en maya, ya que hay conceptos que únicamente se entienden en ese contexto. Entonces, no pueden expresarse libremente, ni reforzar su identidad a razón de estos filtros.
“Ese es uno de los principales problemas que tiene la literatura maya. Esta se basa en la oralidad y la palabra, y si se traduce se pierde la riqueza de lo que uno pretende explicar. Yo pensé que al estudiar Literatura podía plasmar cuestiones que toda la vida he pensado, y resulta que no es así”, expuso.
Capacitación para docentes
“A estas alturas, los estudiantes deberían tener el derecho de plantear sus trabajos de titulación en su idioma, y debería existir una capacitación en lengua maya para los docentes. Se entiende que no todos tienen como lengua materna el maya, pero tendrían que tener la obligación de aprenderlo”, opinó Sarao Cauich.
En ese sentido, dijo, así como se les enseña a trasladar sus programas de estudio a las plataformas de la UADY -o de cualquier otra universidad- deberían capacitarlos. “Es comprensible que no sea un proceso inmediato, pero debería comenzarse desde ahora”.
En la actualidad, las universidades que permiten la titulación en lenguas originarias, detalló, son interculturales, es decir, asumieron que hay un problema de diglosia y saben que la identidad “latinoamericana” se basa en el dominio del castellano.
“Existe un potencial en las y los mayahablantes para darse a entender, para explicar sus propias inquietudes, hacerlo desde sus propios términos y explorar sistemas de conocimiento propios de las comunidades, en su lengua originaria a fin de reforzar su identidad”, aseveró.
(Con información de La Jornada Maya)