Rumores sobre vacuna covid pegan a maestros yucatecos
Educadora viaja hasta Dallas para recibir una segunda vacuna, en esta ocasión, de la farmacéutica Johnson & Johnson
Mérida, Yucatán. “Dicen que la vacuna que nos pusieron a nosotros tenía una menor protección en comparación con todas las demás y también hubo rumores de si estaba aprobada o no”, señaló maestra vacunada con CanSino.
El personal educativo de Yucatán recibió su dosis de la vacuna CanSino el pasado 18 de mayo del año en curso, sin embargo, continúan con la percepción de inseguridad ante diversos rumores y publicaciones realizadas en torno a este inoculante, lo que deriva en diferentes alternativas para sentirse con mayor protección.
En el caso de una maestra en la Normal de Educadoras optó por viajar hasta Dallas para recibir una segunda vacuna, en esta ocasión, de la farmacéutica Johnson & Johnson; de haber podido, hubiera optado por vacunarse en su rango de edad y no como maestra, para recibir la vacuna Pfizer, porque llegaron un mes después de que fue vacunada con la CanSino.
Con los rumores siendo cada vez más fuertes sobre la baja efectividad de la vacuna que debería protegerla del Covid-19, comenzó a evaluar vacunarse como rezagada, sin embargo, cuando intentó hacerlo, le dijeron que si ya había sido vacunada con CanSino no podía tener acceso a otra vacuna.
“Ante esa perspectiva de no poder vacunarme otra vez tomé esa opción de ir a otro lado”, para esto, tuvo que esperar seis meses como le indicó el médico.
Aunque no fue su caso, comenta que otras personas del magisterio, al sentirse inseguras, se inscribieron para la aplicación de la vacuna Pfizer en su rango de edad y lograron recibir también ese inmunizante porque no estaban registrados en el padrón de vacunación con la vacuna CanSino.
Tal fue el caso de una profesora de nivel superior en una escuela privada, quien comenta que al recibir el inoculante de la farmacéutica CanSino empezó a revisar estudios y publicaciones científicas para conocer sobre la efectividad de su vacuna y “me sentí muy insegura, poco protegida”.
Con su desconfianza y preocupación, la vacunación para su grupo de edad, con la Pfizer, comenzó; “yo le pregunté a mi doctor si había alguna reacción negativa para mi cuerpo y él me dijo que si tenía la oportunidad me vacunara”.
Aprovechando que en ese momento estaban realizando aplicaciones a rezagados del grupo de 40 a 49 años, aproximadamente mes y medio después de su primera vacuna, acudió al Siglo XXI sin haberse registrado siquiera, pensando que iría a averiguar, pero había muy poca gente esperando su vacuna y los servidores de la nación le dijeron que realizara su registro desde su celular.
“No había relación entre el registro del padrón de profesores y el registro general […] Nunca me preguntaron si ya me había puesto otra vacuna, no había ninguna relación en ese momento”, cuenta que no tuvo ninguna reacción adversa por la combinación de los inmunizantes.
Para su segunda dosis de Pfizer tuvo que hacer una fila de alrededor de cinco horas en el Hospital Militar y, tiempo después, cunado intentó sacar su acreditación de la vacuna, no aparecía ninguna vacuna con su CURP hasta que, luego de muchas llamadas, lograron solucionarle y pudo recibir su certificado.
Haberse aplicado este segundo inoculante “da más seguridad”, desde su perspectiva; e incluso ahora lamenta que no les han dado ninguna información sobre una segunda dosis o reforzamiento de la vacuna aplicada para el personal educativo.
Actualmente hacer lo que ella, ya no es posible, “sí supe de dos o tres compañeros cercanos que intentaron ir y vacunarse, pero ya salía que tenían una vacuna aplicada y no era posible aplicarles otra”.
En tanto, Francisco Espinosa Magaña, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Sección 33, resalta que es gracias al sindicato que el personal educativo pudo acceder a la vacunación y pide confiar en la protección de la CanSino, siempre manteniendo también las demás medidas sanitarias como cubrebocas y lavado frecuente de manos.
“La vacuna todavía tiene efecto”, a pesar de ello han entablado conversaciones con las autoridades educativas para recibir un reforzamiento de la misma y que todo el personal pueda laborar sin riesgo.
Aunque reconoce que se tiene que trabajar en función de las inquietudes del magisterio, también les pide paciencia y cautela en sus decisiones porque, opina, pueden confundir al cuerpo sobre cómo reaccionar si mezclan inoculantes.
“Tiene que haber calma, ahorita tenemos la primera capa protectora que es el cubrebocas y la segunda que es la vacuna que sigue vigente, no es cierto que en noviembre caduca”.
Aún con la apertura de las escuelas, asegura que no tienen un dato alarmante en bajas de maestras y maestros que les haga dudar de la vacuna, “es importante generar confianza porque tenemos que recuperar todo este tiempo que hemos estado fuera de las aulas”.
No cuenta con datos específicos sobre cuántas personas se han contagiado directamente por haber retornado a las aulas, sin embargo, los decesos del magisterio ascienden aproximadamente a 200 desde marzo de 2020 cuando la pandemia comenzó, en el 2020 hubo 79 y en este año van 74.
Con información de La Jornada Maya)