Rescate arqueológico en subsuelo gracias al Tren Maya
Participan arqueólogos subacuáticos del INAH, apoyados por espeleobuzos y espeleólogos en la prospección y registro dice el Instituto
Mérida, Yucatán. El rescate del legado paleontológico, arqueológico e histórico, que permite realizar las obras de construcción del Tren Maya, no solo se hace en superficie, sino también en el subsuelo, “ya que un componente central de este proyecto del Gobierno de México es el cuidado que brinda a los sistemas subterráneos de cenotes, grutas, mantos acuíferos y cuevas secas o inundadas, vinculados con la ruta, o bien, cercanos a esta”, destacó el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández.
Al participar en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, el antropólogo presentó un video sobre el trabajo conjunto de equipos multidisciplinarios, encabezado por la Secretaría de Cultura federal, en los que participan arqueólogos subacuáticos del INAH, apoyados por espeleobuzos y espeleólogos, el cual, al día de hoy, se traduce en la prospección y el registro subacuático de más de 100 kilómetros.
Los análisis que las y los expertos realizan –levantamientos topográficos, fotogrametría y estudios con escáner láser, entre otros– han permitido establecer medidas de protección y conservación en un total de mil 13 rasgos naturales identificados en las tareas de salvamento arqueológico que acompañan al Tren Maya, de acuerdo con el corte del 9 de noviembre de 2022.
Entre los resultados más importantes de dichas prospecciones está el dado a conocer en 2021, correspondiente al Tramo 4, donde se localizó una canoa prehispánica en el cenote principal del sitio arqueológico San Andrés, en el estado de Yucatán.
En ese lugar, también se ubicó una cueva tapiada en el muro de una rejoyada, en cuyo interior se localizaron 35 ofrendas de cerámica, pintura rupestre, piezas líticas, una estela y bancos de material, así como un pozo, de más 50 metros de profundidad, con restos humanos; evidencias que hablan de la importancia de los ambientes subterráneos asociados con el xibalbá o el inframundo de la cultura maya ancestral.
En el Tramo 5 se han prospectado más de 15 rasgos naturales, como cuevas secas, semi-inundadas y cenotes, lo que significa más de 100 mil metros cuadrados topografiados y cartografiados, con 370 registros, sobre todo de metates, piezas cerámicas fragmentadas y completas, así como materiales de conchas marinas y restos óseos de humanos y animales.
Dentro de este segmento del Tren Maya, el cual va de Cancún a Tulum, en Quintana Roo, destacan los hallazgos en la Hacienda Matilde, donde se registraron petrograbados; en la Cueva de las Manitas, con evidencia de pintura rupestre y de cerámica; en la Cueva 8 Balas, con contextos mortuorios, cerámica y un templo de estilo Costa Oriental; en el Santuario de los Monos, donde se localizaron cinco petroglifos y un petrograbado con la figura de un primate; y en la Cueva Garra de Jaguar, la cual fue modificada para su uso ritual en tiempos prehispánicos.
Gracias al cúmulo de conocimientos, experiencia y creatividad de las y los investigadores, el patrimonio sumergido de la península de Yucatán está siendo registrado de forma sistemática y minuciosa, acorde con los parámetros de la investigación científica nacional e internacional.
Finalmente, se informó que, al corte del 9 de noviembre, como parte de las obras del Tren Maya, se han registrado y preservado 28 mil 963 bienes inmuebles, mil 464 elementos muebles, 450 osamentas humanas, 549 vasijas completas y 672 mil 693 fragmentos cerámicos, los cuales brindan importantes datos sobre la vida cotidiana, la ritualidad, el comercio y otros aspectos de las sociedades mayas de la antigüedad.
La Secretaría de Cultura federal y el INAH reiteran su compromiso inalienable de proteger y salvaguardar el patrimonio arqueológico, paleontológico e histórico, tanto en superficie como subacuático que existe en todo el país. En ese sentido, las y los especialistas del instituto continúan trabajando todos los días para garantizar la protección, el registro y cuidado de los vestigios localizados como parte del proyecto de Salvamento Arqueológico del Tren Maya.
(Con información de La Jornada Maya)