Reporta UADY grave efecto del calor en abejas meliponas

Todos los meliponicultores con los que tuvimos oportunidad de platicar nos comentaron que sufrieron mortalidad, dice Javier Quezada

Mérida, Yucatán. La temporada de calor que afectó a Yucatán durante los meses de mayo y junio tuvo una repercusión sin precedentes para los productores de abejas meliponas en el estado.

En el Encuentro Estatal de Meliponicultores de Yucatán, se habló de forma detallada de esta problemática por parte de expertos, quienes realizaron un sondeo con productores del estado para medir los daños.

«La problemática que nos afectó este año fue muy grave y fue el efecto del calor sobre las abejas nativas sin aguijón, los productores constantemente expresaban esa preocupación en llamadas telefónicas al departamento porque las abejas constantemente estaban muriendo, había mortalidad en la cría, mortalidad de las colonias, y a raíz de eso nos dimos a la tarea de tratar de documentar de alguna manera con datos el impacto de lo que estaba ocurriendo», expresó Javier Quezada Euán, jefe del Departamento de Apicultura Tropical de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY)

En el trabajo, realizado por expertos, se hicieron entrevistas a 57 meliponicultores de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, quienes externaron preocupación ante las condiciones climáticas que estaban afrontando, ya que todos reportaron mortalidad de abejas.

“Yo tengo treinta y tantos años de trabajar con abejas nativas y nunca había visto una mortalidad en la magnitud que se vio y en el número de colonias que se vieron afectadas. Todos los meliponicultores con los que tuvimos oportunidad de platicar nos comentaron que sufrieron mortalidad, ya sea de las crías o de colonias”.

Del par de miles de colonias afectadas, al menos 15 por ciento de estas se perdieron en su totalidad. Las abejas empiezan a sentir estrés calórico a partir de los 35 grados centígrados y con temperaturas que llegaron a exceder los 40 grados, los apicultores identificaron afectaciones directas como la muerte y otras permanentes.

“Los efectos a largo plazo son sub letales, no se mueren en el momento, pero los individuos que se desarrollan tienen cierto grado de afectación. Esto lo hemos medido, hemos visto que las abejas que emergen no se mueren, logran desarrollarse, pero son más pequeñitas. Esto les resta muchas posibilidades para salir a recolectar recursos, para reunir alimento, y también hace que su vida sea más corta”.

Las abejas con afectaciones por calor viven entre tres y 10 días menos que las abejas que no resultan afectadas por el estrés.

Tras darse a conocer los motivos de estas afectaciones, el grupo de expertos pudo identificar las posibles estrategias necesarias para combatir las altas temperaturas.

“Estas son algunas medidas que pensamos que pueden ser efectivas, porque todavía no hemos visto el resultado, son, por ejemplo, el tipo de estructura donde se mantienen las colonias. Normalmente, se utiliza el techo de lámina, que es problemático; también es problemático el tipo de suelo que a veces es de cemento; por el tipo de cajas, las cajas delgadas tienen problemas; también la alimentación que se les pueda dar después de esta exposición al calor son variables que tiene que considerarse. Ojalá este fenómeno no se volviera a presentar, pero si se vuelve a presentar, ya sabemos cómo está la situación”, compartió Javier Quezada Euán.

(Cono información de La Jornada)

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