Refleja transporte en Mérida la desigualdad social
En la zona norte, personas con un alto poder adquisitivo, tienen los mejores servicios, escuelas y centros comerciales de lujo
Mérida, Yucatán. Desde la década de los 70 la movilidad del país en general sigue un modelo ineficiente e inequitativo y la península de Yucatán no es la excepción, pues existe una participación importante de peatones, ciclistas, personas que se mueven en transporte público, sin embargo, son en las que menos se invierte, aseguró Marina Orozco Camacho, directora de Movilidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Para expertos urbanistas, activistas y organizaciones civiles, esto sólo es un reflejo de la desigualdad social que impera en la movilidad y en Mérida; por un lado tenemos a la zona norte de la ciudad, donde están las personas con un alto poder adquisitivo, donde se tienen los mejores servicios, escuelas, centros comerciales de lujo, plazas comerciales, fuentes de trabajo, sin embargo las personas que se trasladan a diario a este zona para ir a la escuela, o para trabajar en algunos de estos lugares, a las residencias, jardineros, albañiles, las personas que hacen la limpieza, lo hacen en un transporte deficiente; tienen que sufrir una odisea para llegar a sus destinos.
Se tiene una idea de que, al ser el norte, zona de alto poder adquisitivo, no se necesitan tantas unidades de transporte público, ya que la gente de esta parte de la ciudad se mueve en auto, pero hay personas que a diario tienen que viajar ahí, que mayormente son del oriente, sur, o de otras partes que encuentran en zona fuentes de empleo que no hay en otras lados.
Se ha vuelto normal tener esta imagen en las mañanas en el Centro de la ciudad: Decenas de personas esperando en los paraderos de las rutas que van al norte y norponiente y oriente de la ciudad, principalmente en las rutas de camiones y combis que van a Gran Plaza o a las comisarías de Komchen, Diztyá, o Las Américas, Francisco de Montejo, la calle 60 norte, al Tecnológico de Mérida, Altabrisa, Cholul, Montecristo, Carranza.
Estudiantes, trabajadores, hombres, mujeres, esperan en largas filas para abordar un camión que los lleve a su destino, filas en espera, bajo los rayos del sol, bajo la lluvia, obstaculizan el paso de los transeúntes que tienen que bajar a la calle o cambiar de acera.
En Yucatán, 43 por ciento de los viajes a la escuela es a pie, 26 por ciento en transporte público y 24 por ciento en vehículos particulares; mientras que en los viajes al trabajo 12 por ciento es a pie, 37 por ciento en transporte público y 33 en vehículos particulares, de acuerdo con datos del Instituto de Movilidad y Desarrollo Territorial del estado (Imdut).
Silvia Chi Cervera, arquitecta y maestra en diseño urbano por la University College de Londres, indicó que si bien existe una falta de planeación en el transporte público en toda la ciudad, particularmente se reciente más en el norte porque es el espacio donde mucha gente de otras partes de la ciudad acuden a trabajar, gente del sur, oriente, centro, encuentran fuentes de trabajo en el norte.
La académica de la Universidad Autónoma de Yucatán indicó que sin duda debe haber mayor frecuencia y más unidades de transporte público para cubrir la alta demanda, no obstante, en general el problema no se va a resolver con un “parche”, sino que tiene que haber una visión con un enfoque de derechos humanos, de igualdad.
Además se tiene que conocer concretamente la situación actual del transporte, pues indicó que no hay datos públicos acerca de cuánta gente usa el transporte, cuánto cuesta, quiénes tienen las concesiones, cómo se otorgan, información que no está disponible y que no permite que activistas, academia o al mismo gobierno tomar decisiones basadas en datos reales, “solo se hacen adivinaciones”.
En específico, actualmente existe una planeación donde segregamos a los ricos, la clase media, a los pobres, y nunca se piensa que es importante que todas las personas tengan acceso todos los sitios de la ciudad. “Cuando planeamos la ciudad para separar estamos hablando de discriminación”, afirmó.
Esta situación se ha normalizado, esperar tantas horas en largas filas en los paraderos que van al norte, y otros han optado por comprar un auto para “facilitar” su traslado, “pero deberíamos de comprar más coches para tener una movilidad más sostenible”.
En general, el transporte necesita un rediseño por completo, de datos, descentralizar, no sólo poner más rutas y que mejoren, sino que se vea con enfoque de derechos humanos, de igualdad donde todas las personas puedan tener las mismas oportunidades de llegar a cualquier lugar, y acceder a los servicios, de educación, médicos, entre otros.
Comisarías
La también integrante de Asambleas Ciudadanas reconoció que el problema también se da en las comisarías del norte, como Dzityá, Komchen, Sierra Papacal, Santa Gertrudis Copó, entre otras, donde el transporte es prácticamente nulo, o hay lugares donde entra sólo dos veces al día, lo que dificulta a las personas ir a su trabajo, escuelas o a un tratamiento médico.
Ante este panorama, muchos optan por un servicio particular que cobra alrededor de 50 pesos, o más, para acercar a la población a Mérida y luego tomar el transportarte público para llegar a su destino; luego pagar lo mismo para regresar a sus comunidades. Sin embargo, muchas familias tienen un ingreso diario de 200 pesos y la mitad se gasta en una sola persona para trasladarse a su trabajo, escuela o al médico, indicó Adrián Gorocica Rojas, presidente de dicha agrupación. Ante esta situación, explicó que los jóvenes deciden dejar de estudiar y empezar a trabajar para tener un ingreso y así ayudar a su familia.
Redistribución de los servicios urbanos
En la ciudad se ha dado un crecimiento exponencial en el norte, donde se suele ubicar los mejores servicios ya sea educativos, de trabajo, médicos, dejando rezagadas a las otras zonas de la ciudad, marcando aún más la desigualdad social. Para hacer algún trámite, sobre todo los que viven en los nuevos asentamientos, comprar algo, u obtener algún servicio básico normalmente tienen que trasladarse al Centro o norte de la ciudad, lo que incrementa el uso del transporte o del coche.
Eduardo Monsreal Toraya, del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, opinó que existe un “desbalance” en la forma en que se ha apostado por el crecimiento, tenemos actualmente los servicios, puntos de empleo, escuelas que se han ido trasladando del Centro al norte de la ciudad, lo que ocasiona que la mayoría de los viajes se concentre en esta zona.
La Encuesta Origen Destino del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del 2013, ya mostraba que los movimientos y flujos iban hacia el norte y norponiente de la zona metropolitana de Mérida, expuso el especialista en diseño del hábitat, donde se apuesta para colocar los puntos de generadores de empleo
Se necesita una planeación urbana donde haya una redistribución de los equipamientos de los servicios urbanos, es decir, que los servicios médicos, educativos, fuentes de empleo no sólo se enfoquen en el norte y norponiente, sino que también en otros sectores como el oriente o sur de la ciudad, incluso en otros municipios y comisarías, como Kanasín, Umán, que no disponen de los servicios adecuados.
Para esto, los ayuntamientos y autoridades, en conjunto con el gobierno del estado, a través Imdut, deben coordinarse para tener un crecimiento ordenado y así los ciudadanos no tengan que trasladarse solamente al centro o al norte para obtener ciertos servicios urbanos.
Al hacer esto, también reducen las distancias de viaje, indicó el experto, porque de nada sirve tener rutas de transporte troncales, si estamos aumentando las distancias de viaje, por lo tanto, además de apostar por un transporte de calidad, hay que apostar por reducir la distancias y tratar que las personas usen cada vez usen menos el transporte para acceder a servicios que no pueden obtener en sus colonias, fraccionamientos o comunidades. “Para que la gente ya no tenga que pasar por el centro, incluso pueda irse en otros medios en bicicleta o caminando”.
Dijo que se debe cambiar el marco normativo, incluir mecanismos de financiamiento, profesionalización, modificación ley estatal de asentamientos humanos, de desarrollo inmobiliarios, reglamento de construcción del municipio de Mérida, actualización y adecuación del programa municipal de desarrollo urbano y seguridad vial.
En ese sentido, recientemente Edgardo Bolio Arceo, titular del Instituto Municipal de Planeación (Implan), informó que ya dentro de poco estará listo el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (Pimus) , que no solo se enfoca en transporte público, o bicicletas, sino que, según explicó, pone a las personas en el centro de la atención, es decir, toda la movilidad enfocada a que la gente disfrute la ciudad y además que cuente con un sistema integrado de movilidad urbana sustentable que conecte a todos los modos de transporte, la intermodalidad, la posibilidad de poder viajar en un tipo de transporte, luego abordar otro diferente, a pie.
Para Monsreal Toraya, efectivamente se trata de una cuestión de desigualdad: una separación entre las políticas de transporte y de planeación urbana, “no van de la mano… por eso vemos estos conflictos entre las vialidades, y los usos de suelo, no hay una coordinación”.
Mejor sistema de transporte para sus trabajadores
Everardo Flores Gómez, fundador de la asociación civil Cicloturixes, comentó que ha detectado que el parque vehicular de autobuses y combis hacia el norte es muy limitado y cada vez es menor, a diferencia del sur o el oriente. El problema también no sólo es el día, sino durante la noche cuando pasan menos unidades y hay mucha gente esperando, por lo que tiene que pagar taxi o Uber. “Esto es reflejo de una total desorganización del sistema del transporte público que afecta básicamente a la clase trabajadora y los estudiantes”, subrayó.
Para el activista, los comerciantes y empresarios deben exigir un mejor transporte para sus empleados quienes son los que más los utiliza para ir a trabajar y luego regresar a sus casas, como ocurren en otras partes del mundo.
La situación es similar en otros puntos de la ciudad, agregó el activista, por ejemplo, en el Campus de Ciencias Sociales, Económico – Administrativa y Humanidades de la Universidad Autónoma de Yucatán, en carretera Motul, en las comisarías de Cholul, Santa Gertrudis Copo donde las corridas son muy espaciadas o escasas. La solución está en manos del gobierno, pero es una asignatura pendiente desde el sexenio anterior.
Sugirió una ordenación inmediata del transporte y mayor presupuesto para la movilidad sostenible para cambiar el sistema obsoleto que se sigue replicando en el estado y en la ciudad.
Hizo un llamado al gobierno actual para resolver esta problemática ya que fue una promesa que se hizo en campaña y ya hay más de un año y no hay ninguna solución más que evitar el aumento y una reducción de sólo 50 centavos al transporte urbano, pero solo en los autobuses, lo que es un paliativo, y no resuelve el problema de fondo, afirmó.
Más inversión a otras formas de movilidad
La doctora Silvana Forti Sosa, directora del Laboratorio Urbano del Mayab de la Universidad Modelo, afirmó que el territorio de la ciudad y su zona metropolitana están atravesados por desigualdades territoriales, en el norte está la idea de que es de ricos y sur de pobres. “Hay bastante desigualdad, diferencia, y en el mismo norte hay zonas desiguales”.
Aunque los datos muestran que la mayoría de la gente se mueve en transporte público, hay mayor inversión en infraestructura para los automóviles, lo que ha ocasionado que el parque vehicular crezca tanto, mucho más que la población; crece a una tasa de 5.6 por ciento anual, mientras que el crecimiento poblacional es de un ritmo de 1.8 por ciento, según datos del Imdut. “La cobertura del transporte público es bastante deficiente, la conectividad e intermodalidad es cero, uno no puede combinar: andar en bicicleta, luego el transporte, y luego a pie… es imposible, no hay donde estacionar las bicis”.
Ángel Barrera, también integrante del Laboratorio, agregó, que se espera que la administración presente un proyecto, herramientas que permitan una distribución equitativa de los recursos para la infraestructura para un sistema de movilidad sustentable y equitativo.
Reiteró que el recurso siempre ha sido destinado para hacer más calles, orientadas para favorecer al automóvil, y no se ha visto un rubro que apoye al transporte o infraestructura ciclista. Hay una desigualdad al ofrecer el recurso y se ve reflejado en el norte, por la red vial que es enfocada al vehículo, no existe movilidad ciclista.
De igual manera, en tema de Desarrollo Urbano, se debe exigir a los nuevos fraccionamientos empiezan a considerar espacios para estacionar bicicletas, transporte una infraestructura vial para las bicicletas.
Para este reportaje, se insistió una entrevista con Aref Karam Espósitos, titular del Imdut para conocer su opinión sobre el tema, sobre si ya hay un recurso destinado para tener un sistema de movilidad sustentable y otros temas, sin embargo, no hubo respuesta.
(Con información de La Jornada Maya)