Quejas por clases virtuales y presenciales en Mérida
Maestros de la secundaria “Aureliano Pinto Ramírez” acusan falta de gestión por parte de la directora para una mejor atención educativa
Mérida, Yucatán. Profesores de la escuela secundaria “Aureliano Pinto Ramírez” se quejaron de diversas irregularidades que ocurren en el instituto y acusan a su directora, Elmy Poot Escalante, de hacer caso omiso a sus solicitudes.
Reprochan, entre otras cosas, tener que “trabajar doble” con los grupos de alumnos presenciales y virtuales.
Con incertidumbre, el pasado 6 de septiembre arrancaron las clases presenciales en la escuela secundaria “Aureliano Pinto Ramírez”, ubicada en Francisco de Montejo, al norte de la ciudad de Mérida, comentó personal docente que prefirió mantenerse en el anonimato.
“Iniciamos las clases con indicaciones poco claras, los maestros no teníamos claro qué es lo que íbamos a hacer y cómo regresaríamos”, dijo.
Previo al retorno a las aulas, recordó, docentes y autoridades educativas sostuvieron una reunión que puso en evidencia que estas últimas no habían leído toda la documentación y tampoco tenían claros los parámetros del regreso a clases.
Así estuvieron trabajando una semana hasta que se vieron en la necesidad de entregar un oficio a la dirección del liceo en el cual solicitaban mayor claridad sobre la modalidad en la que impartirían sus materias.
La directora de la escuela, Elmy Poot Escalante, no dio respuesta alguna, así que siguieron trabajando simultáneamente con el alumnado de modalidad virtual -por medio de la plataforma Classroom- y en presencial.
Una de las limitantes para esto, señaló, es que la escuela “Aureliano Pinto Ramírez” no cuenta con equipos de cómputo. Se solicitó a los padres de familia un apoyo para contratar internet, mas este no da abasto para que 18 maestros se conecten al mismo tiempo.
“A diario tenemos alrededor de ocho clases de 7 a 12 horas; y todos los maestros intentan conectarse sin éxito”, lamentó.
Aunado a lo anterior, las y los profesores de ese instituto deben hacer uso de sus propios equipos para impartir sus clases a cabalidad. Otros usan sus celulares, pero este método es inadecuado debido a las limitantes que acarrea.
Huelga de docentes
Así pasaron los días, hasta el jueves 23 de septiembre, cuando el cuerpo docente decidió dejar de dar clases a manera de protesta.
“La directora es muy inteligente en el sentido que ‘solucionó’ rápido el problema y se comprometió a que íbamos a trabajar una semana en línea; y otra presencial. Accedimos”, detalló.
“La población estudiantil que toma clases en línea representa más de 80 por ciento de los alumnos y consideramos que era una medida adecuada para que de esta manera se pueda atender a todos los grupos”, expuso.
Al día siguiente, un pequeño grupo de padres de familia, “que no representa ni 10 por ciento de todo el grupo”, aclaró, manifestó su descontento, ya que no querían que sus hijos se ausentaran una semana, por lo que solicitaron que trabajen en línea y presencial al mismo tiempo.
“En nuestra escuela nunca se ha manejado la palabra ‘híbrido’, pues no han leído suficiente para decirnos lo que tenemos que hacer. No tenemos el material para una educación en esta modalidad”, advirtió el docente.
Ese mismo día, por la tarde, la directora giró un oficio para comunicar que el plan que se había organizado no se llevaría a cabo, es decir, tendrían que seguir trabajando en el salón bajo ambas modalidades y con los contratiempos subsecuentes.
Salones inadecuados
Otra de las situaciones que alarma a los docentes de esa secundaria es que continúan las afectaciones para los alumnos que acuden a las aulas, pues los salones no están preparados para el Covid-19, lo que dificulta llevar a cabo las medidas sanitarias.
“Hay dos grupos que ya rebasaron el número de alumnos y hasta la fecha no han sido divididos como lo marca el protocolo para evitar contagios”, acusó.
En la secundaria “Aureliano Pinto Ramírez” ya hubo maestros y alumnos contagiados y el cuerpo docente considera que la pandemia no se está tomando con seriedad.
En concreto, las y los maestros de dicho liceo solicitan a las autoridades educativas indicaciones claras y material para llevar a cabo su labor.
“Consideramos que no es justo que los docentes tengamos que llevar nuestro material al centro escolar. No nos estamos negando a ir a las escuelas, pero creemos que no podemos atender a los alumnos de clases en línea pues no contamos con el material”, añadió.
De igual modo, solicitan reconsiderar la iniciativa de trabajar una semana presencial y otra virtual, pues saben que en otras escuelas del estado -e incluso de la ciudad de Mérida- esto sí es posible. Están a la espera de respuesta.
(Con información de La Jornada Maya)