Playas de Yucatán reducidas a su mínima expresión
Lo que hace 20 años eran extensiones de arenales de hasta 70 metros de playa en Yucatán ahora son 10 metros… si acaso
Mérida, Yucatán. Lo que hace 20 años eran extensiones de arenales de hasta 70 metros de playa en Yucatán ahora son 10, y en algunos casos el mar ya impacta directo a las propiedades, como consecuencia de construcciones al margen de la ley que impiden que las corrientes naturales sigan.
“Nos estamos quedando sin playa”, advirtió Gilmer González Ruz, presidente de la asociación Unidos por las Playas de Yucatán, quien además indicó que el problema de la erosión de las playas se debe principalmente a la creación de puertos de abrigo y la colocación de espolones en las playas y construcciones que impiden las corrientes de arena de oriente a poniente afectando a ésta última.
Para el activista la solución es sencilla: que tomen en cuenta que al construir estas obras tiene que haber algún equipo o maquinaria que de manera artificial siga pasando la arena hacia el lado poniente, con eso se puede de alguna manera solucionar en parte la erosión.
Otra, agregó, tiene que ser el cambio de conciencia de la gente, conservar las dunas y su vegetación pues muchas veces las retiran y se deja de retener arena.
A su vez, dijo que otra causa de la erosión en las costas es la instalación de algunas estructuras, como espolones de manera ilegal e irracional, con el fin de conservar algo de playa, sin las características adecuadas, los hacen largos, altos,sin tomar en cuenta que afectan al vecino del lado poniente entre uno y dos kilómetros.
Precisó que no hay que satanizar al espolón, el problema es cuando es colocado en desorden sin características que pide la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Zonas donde es más palpable el problema, según el activista, son: de la carretera Progreso a Telchac: San Miguel, donde el agua ya prácticamente le pega a las propiedades, en el kilómetro 11, Kilómetro 12.7, lo que se conoce como Teresiano y en las playas de Chelem y Chuburna.
Señaló que le corresponde a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) la vigilancia y sanción de estas estructuras, pero el problema “les ha rebasado”.
Las consecuencias
De no atender la situación ahora el problema va a seguir hasta abarcar playas que son sanas actualmente en el poniente, como Sisal, en específico. Por eso, precisó que tiene que haber un orden, un organismo de la autoridad que regule y sancione todo este tema. “Nos estamos quedando sin playas”, advirtió.
Ya fueron acordadas algunas acciones con la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Yucatán (SDS): La primera quincena de junio empieza un traspaso de 80 mil metros cúbicos por parte de la Administración Portuaria Integral y Desarrollo Sustentable y al mismo tiempo será instalado el equipo en el Playón de Telchac para continuar con un traspaso ya permanente hasta septiembre o cuando el clima lo permita.
También instalarán geotubos en las medidas o especificaciones que los estudios arrojen en los puntos que se requieran para retención de arena.
“Nos ofrecen el apoyo para todo propietario que requiera en lo particular un espolón (de material autorizado) y agilizar trámites con Semarnat”, afirmó.
Tenemos un banco de arena de 20 mil metros cúbicos para las zonas muy críticas, el gobierno nos proporciona la arena y los volquetes. El que requiera de ello solo pagaría el sueldo del chofer y combustible para el traslado. Únicamente para zonas críticas. Nos pondremos de acuerdo, agregó.
Sin embargo, la SDS, antes Seduma, informó a través del área de Comunicación Social, que la dependencia no tiene nada que ver con este tema, que todo lo ve la federación directamente, Semarnat o Profepa.
Se le insistió que varios especialistas e investigadores, y el mismo Eduardo Batllori, ex titular de la Seduma, señalaron que la dependencia ha sido la encargada del tema, pero la respuesta fue que no tiene competencia en este asunto.
Dejar que la naturaleza continúe
Eduardo Batllori, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), reflexiona un momento, a su mente llegan recuerdos e imágenes de las playas yucatecas de unos 20 años donde había 70 metros de arena.
El ex titular de la Seduma considera que la SDS debería continuar con los proyectos que tenía la anterior dependencia sobre el tema, y afirmó que el problema es muy complejo y hay que trabajarlo de manera constante pues las playas son extremadamente dinámicas, ya sea una tormenta, un huracán, alguien que deforestó o puso espolones.
Entonces, dijo, Semarnat debe mantener un control permanente sobre la ubicación y colocación de espolones en coordinación con la Profepa y si se puede evitar colocar estas estructuras es mucho mejor. “Buscar otras formas, dejar que la naturaleza continúe su camino”.
El experto coincidió en que el problema es crítico en las áreas occidentales de los puertos de abrigo, por las escolleras o rompeolas, como en Chelem, Chuburna.
Hasta donde se quedó el trabajo, se planteó hacer un sistema llamado bypass, que consiste en usar una motobomba para enviar arena por un tubo, para mover la arena de un lado de la escollera hacia el otro.
Recordó que en aquella época trabajaron siete kilómetros de Chelén a Chuburna y otros siete en el área de San Bruno Uaymitún y el Teresiano, en San Felipe, un área crítica porque la escollera está erosionando la arena de la playa y si se llegase a perder las olas le van a pegar directo a San Felipe.
(Con información de La Jornada Maya)