Paz mundial, de la mano de la educación: Premios Nobel
Si le damos a un infante rico y a un niño pobre el mismo trato desde el inicio de su formación, entonces se les abrirán las mismas oportunidades, dicen
Mérida, Yucatán. Las plenarias de la 17 Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz, que se lleva a cabo en el Centro Internacional de Congresos en Mérida, concluyeron con la presentación de El Amor al Poder vs. el Poder del Amor, una discusión que giró en torno al poder que detentan los líderes mundiales y las proyecciones para lograr una sociedad más pacífica.
En su última participación en la reunión de laureados, el ex presidente colombiano Juan Manuel Santos señaló que, si la sociedad quiere tener un mejor futuro y lograr un mayor entendimiento, es necesario que inviertan en la educación temprana de los niños.
“Si le damos a un infante rico y a un infante pobre el mismo trato desde el inicio de su formación, entonces se les abrirán las mismas oportunidades, aseguró Santos, antes de narrar un proyecto impulsado durante su administración con el cual se logró que el 40 por ciento de la matrícula de la principal universidad de Colombia estuviera compuesta de gente proveniente de los estratos bajos.
“Hay que usar el poder para el bien, pues cuando se olvida esta máxima entonces se corrompe el mando”, afirmó el ex mandatario antes de denunciar el caudillismo vivido en América Latina durante toda la historia. “La democracia debe basarse en las instituciones y no en los gobernantes”, finalizó.
¿Cómo amar a los oponentes?
Para inaugurar la participación de los laureados Leymah Gbowee y Kilash Sathyarti, la moderadora Liv Torres les preguntó a ambos sobre las formas de aprender a amar al otro, “al enemigo.
“Voy a explicar mi punto de vista con una historia, porque así es más fácil transmitir la idea”, dijo Gbowee antes de narrar su experiencia de activismo en Liberia.
La laureada contó que el grupo con el que más le costó trabajar fue con el de los niños soldado. “Los rechazaba”, dijo, “pero también fue con los que más aprendí, pues cuando conocí su historia me di cuenta que, si mi destino hubiera sido diferente, yo podría haber acabado en su lugar.
Ellos eran humanos igual que yo”. Mientras nos dejemos llevar por nuestros estereotipos y creemos barreras contra el otro jamás tendremos la oportunidad de ser completamente humanos y amar al otro, aseguró Leymah. “Sólo matando la ignorancia y el miedo podremos hacer un mundo mejor”, finalizó.
Kailash Sathyarti inició su participación asegurando que el odio no es nada y que ese vacío debe ser llenado por la compasión. “Ser compasivo es sentir el dolor del otro para poder ayudarlo de verdad.
Cuando se trabaja con este sentimiento desaparece el ego”, señaló. Dios nos mandó a este mundo para hacer el bien, aseguró, antes de señalar que es tiempo de “globalizar a la compasión”.
En la intervención que cerró el panel, la consejera Ingeborg Breines destacó el papel de las artes en la lucha por la concordia. “Es muy difícil hablar del amor en términos científicos, por eso hay que seguir el ejemplo de los artistas”, señaló. Después de afirmar que en ocasiones un abrazo puede volverse un gesto radical, Breines llamó a que sean los poetas quienes tomen las decisiones globales en materia de paz.
Mantras y educación para la paz
En la ronda de ideas finales, y ante la presión por el fin del programa de actividades, los laureados tuvieron solo algunos minutos para compartir algunas ideas finales sobre el amor al otro y el poder político.
El representante de la Unesco en México, Frédéric Vacheron, señaló que el gran desafío para la sociedad es gestar una apertura a la multiculturalidad desde la educación. “Hay que entender que los Derechos Humanos y la diversidad son paradigmas construidos, y como tales deben ser enseñados y promovidos de manera correcta”, comentó el funcionario.
Por su parte, Ingeborg Breines llamó a todos a” ser el cambio que queremos ver”. Todo empieza por uno mismo y nosotros debemos ser nuestros propios modelos de vida, afirmó la consejera antes de finalizar remarcando que la educación, y en específico la enseñanza de la paz, deben de ser los caminos por los que se mejore a la sociedad desde una temprana edad.
El activista indio Kailash Sathyarti compartió el mantra que él utiliza en su vida diaria. “Son tres d’s (por sus siglas en inglés) las que nos deben guiar en la lucha por la paz: Sueña (dream) en grande y mucho; Descubre al otro y el poder en ti mismo para cambiar al mundo y actúa (do) ahora. No esperes al mañana, pues si no es ahora, ¿entonces cuando? Si no es aquí, ¿entonces dónde? Finalizó pidiendo a todos los presentes que se comprometieran a actuar ahora y que repitieran que ellos no eran el futuro, sino el presente.
Juan Manuel Santos y Leymah Gbowee cerraron la ronda final. La activista africana llamó a siempre reconocer la humanidad de nuestros enemigos y a evitar actuar con racismo y discriminación. Por su parte, el ex presidente de Colombia leyó un punto del documento Los 12 Valores Fundamentales Para la Educación Para la Paz: “La educación para la paz es un deber trascendente que abarca la vida entera; si avanzamos en esto tendremos una mejor sociedad”, finalizó.
(Con información de La Jornada Maya)