Optan jóvenes yucatecos por delitos sexuales y robo
Entre los 12 y los 18 años los adolescentes que delinquen en Yucatán reciben una sanción, no una pena, de cinco años, máximo
Mérida, Yucatán. Delitos como el robo y los de carácter sexual son los que mayormente cometen los jóvenes en Yucatán que llegan a juicio, indicó el magistrado Santiago Altamirano Escalante, presidente de la Sala Unitaria de Justicia para Adolescentes del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Yucatán (TSJY).
En promedio, la edad de los adolescentes delincuentes ronda entre los 12 y los 18 años, indicó. El joven recibe una sanción, no una pena, que puede ser de máximo cinco años. Los principales delitos sexuales son abusos, detalló el magistrado.
Al ser relativamente poco el tiempo de la sanción por cometer un delito sexual, muchas agrupaciones civiles y activistas han expresado que existe una aparente impunidad en los casos de agresiones sexuales contra las mujeres.
A esto, Altamirano Escalante descartó que haya tal impunidad, pues las sentencia está marcada en la ley: «La ley lo que te marca son cinco años máximo, entonces, si están sentenciados conforme a la ley, no hay impunidad», subrayó.
Sobre si haría falta una reforma a la ley para aumentar la sanción, opinó que, con base a su experiencia, no es necesario en este momento «porque de los que se encontraban sentenciados a tratamiento interno, el 100 por ciento de ellos, hasta el año pasado, salieron con resultados efectivos», aseguró.
Es decir, no volvieron a involucrarse en hechos delictivos de ninguna índole, precisó.
Formación inadecuada
Para el magistrado, el resultado de las conductas de los jóvenes muchas veces es ocasionado por una formación inadecuada.
Algo están recibiendo de información, de cualquier parte; familia, escuela o amigos, pero principalmente de quien tiene bajo su «manto protector» al adolescente, quien debe formarlo. «Esas conductas vienen de una conducta que se ha venido replicando de algún lado», precisó.
“Unos de los problemas más graves es que incluso en el núcleo familiar se propicia el problema de las adicciones. Hay tres indicadores: la regulación de la conducta, la falta de comunicación y las relaciones afectivas entre padres e hijos”, agregó.
A su vez, explicó que en cuanto a los delitos sexuales prevalece el abuso sexual del hombre contra la mujer, y aclaró que el sistema de justicia penal para adolescentes funciona igual en adultos: también se aplica la ley penal, un procedimiento y una sentencia que pueden ser condenatorias o absolutorias.
No obstante, lo que no hay es la aplicación directa de la sanción contemplada en el Código.
“En adultos está la pena, que está ligada a la privación de la libertad, la máxima sanción en un ser humano, pero en el caso de adolescentes sí es sanción, pero no aplica una pena, sino un tratamiento que es proporcional y gradual, de acuerdo a la edad, al grado cognoscitivo y a las circunstancias que rodean al adolescente», detalló.
En el caso de los que cometen delitos sexuales, se les ofrece además pláticas relacionadas con la igualdad, equidad y respeto a las normas.
(Con información de La Jornada Maya)