Mérida celebra el Día Mundial de las Ciudades
Defiendenla urbanización evitando que el desarrollo no incremente la desigualdad y la exclusión y al contrario, sea incluyente
Mérida, Yucatán. Uno de los objetivos de conmemorar cada 31 de octubre el Día Mundial de las Ciudades reside en la defensa de la urbanización como una vía de inclusión social, sin embargo, las formas de desarrollo suelen incrementar la desigualdad y la exclusión y México no es la excepción.
Elkin Velásquez, director regional de América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), señala que en términos de la agenda urbana, una ciudad sostenible debe cumplir al menos cuatro criterios: ser compacta y eficiente; estar conectada; estar integrada con su entorno rural y ser incluyente.
El representante de ONU-Hábitat advierte que el primer punto a tomar en cuenta es un plan de desarrollo urbano que genere las condiciones para que las viviendas tengan acceso a salud, educación, esparcimiento, espacios públicos, cercanía a la oferta de empleo y que permita la convivencia de distintos grupos sociales.
“Los ciudadanos deben tener acceso cerca a todos los servicios, cuestión que se logra únicamente con un ejercicio de planificación… Hay que manejar de manera muy racional el suelo para destinarlo a las viviendas, áreas verdes y espacios públicos”, explica.
Y es que sin una planeación adecuada no se logra una ciudad eficiente. Los asentamientos informales, el mal sistema de transporte público, las escasas áreas verdes, la falta de infraestructura apta para toda la población y los lugares que segregan y discriminan -como las privadas o los countries- no abonan al cumplimiento de los criterios.
“Todo lo que sea un condominio cerrado no contribuye a la sostenibilidad. Todos los grupos de familias aislados que no abonan a la inclusión… Es muy importante la mezcla de grupos socio-antropológicos diferentes para que exista aquella característica de la ciudad vibrante, que surja del intercambio entre diferentes grupos, que haya desarrollo cultural”, destaca Elkin Velásquez.
En América Latina y El Caribe, México incluido, una de cada cinco personas que vive en entornos urbanos lo hace en barrios informales o precarios, donde hay necesidades básicas insatisfechas. Esto es resultado de la falta de diseño urbanístico.
Y tiene un impacto no sólo social sino también económico.
“Todo lo que dejemos de hacer para urbanizar bien, para desarrollar bien los barrios de manera planificada, después lo vamos a tener que pagar ocho veces más caro como sociedad”, explica Velásquez con base en cifras del Banco Interamericano del Desarrollo.
Los desafíos para poder cumplir con los criterios de una ciudad sostenible radican en la promoción de formas de movilidad que no usen combustibles fósiles, como el caminar o andar en bicicleta; crear una conexión con el medio ambiente y áreas rurales; lograr que existan espacios urbanos dedicados al uso público.
“Cada ciudad parte de cuál es su historia, cuál es su cultura y toma sus propios criterios para aterrizarlos a su realidad, pero debe construir un plan para desarrollar este proceso”, señaló Velásquez.
En 2022 los Estados miembros de las Naciones Unidas revisarán una nueva agenda urbana para identificar formas de crecimiento sostenible en el marco de la pandemia de Covid-19 y del cambio climático, con lo que se espera el establecimiento de líneas para apuntar a ciudades más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
(Con información de La Jornada Maya)