María y Bruno, emprender a los 70 años en Mérida

“En verdad no tengo con qué agradecerles cómo hemos sido acogidos, sin tener familia, sin tener a nadie conocido aquí”, dice

Mérida, Yucatán. María de la Luz Aguilar y Bruno Schnetz llevan más de 30 años de vida compartida y, aunque los primeros 30 años de su historia decidieron escribirlos en Suiza, lugar de origen de don Bruno, optaron por habitar su vejez en Mérida, Yucatán, desde hace año y medio gracias a todos los comentarios que escucharon y la información que encontraron.

Hace dos años, cuando así lo permitió la pandemia por Covid-19, llegaron a la ciudad pensando en un sitio bonito y seguro para vivir su vejez; “venimos con un pensamiento muy pacifista, muy tranquilitos y esto es bien importante para nosotros”, expresa doña Luz.

A sus 70 años aún tienen una vida activa y, además, aunque cuentan con una pensión para subsistir, ahora deberán pagar algunos procesos por la migración y “pensamos, vamos a hacer algo pequeño con lo que nos podamos empezar a ayudar, sin que causemos problemas […]

“Por eso queremos también invitarlos un poquito a nuestra casa”, dice mientras señala la mesa que han colocado en su garaje con una parrilla y los insumos para preparar las hamburguesas que ahora venden los viernes y sábados desde las 18 hasta las 22 horas.

“Es una cosa pequeña, todo es de casa porque además queremos que la gente que venga se sienta en casa.”

Además, don Bruno también prepara empanadas artesanales estilo Suiza y las venden en un negocio de café, “son detallitos, de poquitos […] pero todavía podemos hacer”.

Apenas hace una semana iniciaron este emprendimiento y expresan su gratitud por el apoyo que les ha brindado la comunidad vecinal que, sobre todo, les visitó el sábado pasado luego de que un vecino publicara en Facebook que estaban vendiendo las hamburguesas.

“La gente, sin conocernos, ha venido, ha acudido a nosotros […] En verdad no tengo con qué agradecerles cómo hemos sido acogidos, sin tener familia, sin tener a nadie conocido aquí”.

En Mérida, opina doña Luz, la ciudad es muy bonita y la gente es muy linda, pero lamenta que el transporte público es deficiente y no tiene ningún horario…

Sobre esto, también su esposo, interviene y comenta que una ciudad como Mérida, reconocida a nivel mundial, debería contar con un mejor diseño de este servicio necesario para la ciudadanía.

Emprendedores de la tercera edad

Doña Luz, además de emprendedora a sus 70 años, fue doctora especializada en geriatría y mira que “querer es poder” e impulsa para que las personas no se dejen vencer por la edad que tienen, pues “hay vejez que también se puede considerar triunfadora”.

“Yo me dejé de pintar el pelo para sentirme de la edad que tengo; yo me acuerdo de mi abuela a mi edad y ya era una viejita viejita”, mientras dice esto encorva la espalda, recordando cómo solía caminar su ancestro… “yo camino, hago mis cosas, no me siento como si de verdad tuviera vejez”.

Las y los adultos mayores, pueden seguir haciendo sus cosas, aunque reconoce que no al mismo ritmo ni con las mismas capacidades, pero es posible; en su caso, reconociendo sus limitantes, eligieron vender sus hamburguesas únicamente dos días a la semana “para no fallarnos a nosotros mismos […] y yo he conocido gente muy fuerte a pesar de la edad, así que, que sigan adelante”.

Este emprendimiento está ubicado en la calle 78 número 447 por 65 A y 65 B de Las Américas 1, y pueden hacer su pedido al número 56 2401 0324.

(Con información de La Jornada Maya)

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