Líder maya no percibe el beneficio del tren para ellos
El Tren Maya hará que los turistas recorran la zona maya en cuatro o seis días, la mitad del tiempo que les toma ahora, dice
Tiholop, Yucatán. “Como pueblos originarios del poniente de Yucatán coincidimos que el Tren Maya trae beneficios sólo para unos cuantos, especialmente para los inversionistas”, aseguró Alberto Rodríguez, miembro del Consejo Maya del Poniente de Yucatán, una organización de 13 localidades de Yucatán que defienden el agua y los recursos de la zona.
Rodríguez fue invitado a participar a la Feria Anual de Semillas Criollas este 14 de abril en Tiholop, Yaxcabá, para hablar de megaproyectos. Lleva puesto un sombrero y bermudas, tiene la apariencia de un explorador.
En entrevista, asegura que el Tren Maya hará que los turistas recorran la zona maya en cuatro o seis días, a diferencia de los 10 a 15 días que les toma ahora.
“Lo único son las jugosas comisiones que dejará construirlo a constructoras, contratistas. Me dedico al turismo desde hace 20 años y sé lo que le digo.
“Además afectará drásticamente al ecosistema. Va a anillar la Península y no sabemos los efectos que pueda causar eso, empezando por el ruido. Sabemos que hay jaguares en la zona de Calakmul, toda la fauna será afectada por el tren”, explicó.
El Consejo Maya del Poniente de Yucatán comenzó en Kinchil pero también incluye Sisal, Texán Palomeque, Hunucmá, Maxcanú, Celestún, entre otros. Rodríguez habló de cómo los ejidatarios deben estar organizados para que no haya despojo de la tierra por la que lucharon los abuelos de sus abuelos.
“La palabra desarrollo no siempre conlleva el beneficio de la comunidad maya”, advirtió.
Una localidad al sur del estado de Yucatán, Tiholop del municipio de Yaxcabá, fue la sede de la octava Feria Anual de Semillas Criollas que promueve la organización El Hombre Sobre la Tierra.
Tiholop significa “mazorcas de maíz y está cerca de comunidades como Chankom, Tinum, Yaxcabá, Chikindzonot, Tixcacalcupul, Tekom y Cuncunul. Familias de estas localidades se dedican a sembrar semillas criollas y asistieron para el intercambio y venta de las mismas.
Al inaugurar, los representantes de la organización La Hombre Sobre la Tierra comentaron que en muchas comunidades, por escasez de lluvia o particularidades del clima, no se tienen todas las semillas. Por ello, este evento está dedicado a compartir, para que las personas de pueblos diferentes concentren las semillas que se dieron en su región y complementen con las de otras.
En mesitas de aluminio, hombres y mujeres establecieron sus puestos de semillas, ropa, comida, plantas y calabazas desde las 10 de la mañana hasta la hora de la comida.
Revalorar la lengua maya
Escucharon cumbias y charlas por parte de promotores como el antropólogo Lázaro Tun, quien exhortó a las familias continuar hablando la maya y enseñársela a sus hijos. De igual forma, motivó a los jóvenes a practicar la milpa “sin pena” y de forma consciente con el medioambiente, sin pesticidas ni herbicidas, porque “envenenan el agua que bebemos”.
También participó Briseida, una campesina que comentó que desde que conoció la organización, siembra de forma orgánica, sin pesticidas, y motiva a sus hijas a hacerlo también.
A la Feria también asistieron estudiantes y turistas de Mérida quienes visitaron el Museo Comunitario “Jacinto Canek”, inaugurado recientemente, y el huerto medicinal a cargo de Carlos Santiago, promotor de El Hombre Sobre la Tierra, que cuida un terrenito de siete por siete metros donde crecen plantas medicinales, con ayuda de otras familias de la localidad.
Alrededor de las tres de la tarde, los asistentes cruzaron a comprar tacos de cochinita y tamales para después volver a guardar sus cosas y partir de regreso a sus casas.
(Con información de La Jornada Maya)