La paz se puede lograr a través del trabajo comunitario
Ecoemprendedoras de la Tierra les enseña a las mujeres a cultivar sus propios alimentos y apropiarse de los espacios públicos yucatecos
Mérida, Yucatán. La paz se puede (y debe) lograr a través del trabajo comunitario, por medio de la seguridad alimentaria, de una vida saludable, sostenible y amigable con el medio ambiente, reflexionó Jazmín Amada Díaz Vázquez, sentada en uno de los huertos comunitarios que impulsó con vecinos y vecinas del fraccionamiento Las Américas.
La ingeniera agrónoma es una de las fundadoras de Ecoemprendedoras de la Tierra, un proyecto, una colectiva de mujeres autogestivas enfocadas en la elaboración, gestión y difusión de proyectos agroecológicos, culturales y socioambientalmente responsables.
Su labor les llevó a ganar el Premio Ayuntamiento de Mérida a la Cultura Ciudadana 2021 en la categoría Convivencia con el Entorno Ambiental.
La agrupación lleva ya dos años trabajando con la gente; no sólo les enseñan a cultivar sus propios alimentos, sino también a apropiarse de los espacios públicos que les pertenecen como sociedad: terrenos que suelen quedar en el olvido o se destinan para más planchas de concreto. Al día de hoy cuentan con tres huertos comunitarios en la colonia y otras personas han replicado esta iniciativa en sus espacios.
En la esquina de la calle 112 x 55b y 55c de Las Américas, se encuentra uno de estos “santuarios de la biodiversidad”; ofrecen la bienvenida con el letrero “proyectos paz mundial”. Ahí se pueden encontrar cultivos desde pepino, tomates, entre otros. En este pequeño rincón verde, el cual también es una escuela, se respira mejor, el aire es fresco, fruto del trabajo de la comunidad.
Ecoemprendedoras de la Tierra nació ante la preocupación de la crisis que generó la pandemia del Covid-19, al miedo de morir de hambre. “Surgió en un momento desesperado, un mal viaje: vamos a morir de hambre, fue miedo”, indicó.
Con el apoyo de la empresa EcoGuerreros, que les donó una cama para sembrar con tierra, empezaron a cultivar cilantro; a partir de eso invitó a más vecinos y vecinas, por medio de grupos de whatsapp.
Las ecoemprendedoras buscan principalmente, la paz mundial a través de diferentes acciones, como la seguridad alimentaria por medio de huertos comunitarios.
“Es un lugar donde convivimos, para recreación y para que generemos lo que se va los huertos caseros, la tierra composta, plantas, semillas”, detalló.
Para este tipo de acciones es importante la organización vecinal para la gestión y promociones de estas actividades. Jazmín Amada forma parte de la Fuerza Ambiental del Comité vecinal de Las Américas, es representante de su calle.
Esto ayuda para que las personas puedan identificar los espacios que son destinados para el uso de las y los colonos, área verde o en donación; o ayudan para hacer las gestiones necesarias para que puedan usarla sin problemas.
(Con información de La Jornada Maya)