Guardiana del agua yucateca participa en serie de Tv
Oriana es una niña interesada en la preservación de las tradiciones y la cultura a la que se siente orgullosa de pertenecer
Mérida, Yucatán. Desde muy chica, la niña Oriana se interesó en la preservación del medioambiente. Hoy, la pasión de esta pequeña, oriunda de Maxcanú, por el cuidado del agua le valió su participación en Los Niños del Agua, serie televisiva de la casa productora Raki Films que será rodada en seis países y tendrá alcance internacional. “Estoy muy contenta”, asegura esta guardiana del vital líquido.
Oriana Alanís Pech tiene 10 años y desde siempre se ha preocupado por la tierra. Su interés llegó a tal grado que, en conjunto con sus primos, amigos del pueblo y la asociación civil Bacab, formó un grupo llamado Kanan Ha, cuyo propósito radica en gestionar estrategias dirigidas al cuidado de este líquido vital.
“Les insista a sólo usar un vaso de agua a la hora de cepillarse los dientes o que debe ser aprovechada la lluvia, la cual puede ser recolectada con diversos trastes y con esta bañar a los animales y lavar los pisos”, comentó su madre Lucía Pech Canché, en entrevista con La Jornada Maya.
Son este tipo de acciones las que han convertido a Oriana en una ha’kanul, es decir, una guardiana del agua. Este título lo otorga la asociación civil Bacab tras culminar una capacitación enfocada en estas temáticas. Además, la pequeña está próxima a recibir otra formación para ascender en su cruzada en pro del medioambiente.
Pech también es la creadora de una página de Facebook llamada Litereando con Oriana y Randy, en la que fomenta la lectura a través de cápsulas en las que leen fragmentos de libros y enseñan algunas palabras en lengua maya.
De hecho, realizó en este idioma parte de su participación en la película Los Niños del Agua, ya que es una niña sumamente interesada en la preservación de las tradiciones y la cultura a la que se siente orgullosa de pertenecer, detalló la mamá.
Este interés por el cuidado del medioambiente no es fortuito. La señora Lucía Pech también lleva varios años emprendiendo acciones en favor de esta causa a través de su agrupación Maxcanú Verde, dedicada a la reforestación en dicho municipio.
Es gracias a este ejemplo que Oriana ha desarrollado proyectos, como concursos de dibujo, por ejemplo, enfocados en el cuidado del agua, iniciativa que detonó gran interés en numerosas niñas y niños de Maxcanú. Los premios a las mejores obras fueron cortesía de negocios establecidos en el pueblo.
‘Piensan que no pasa nada’
“Desde chica me interesó el cuidado del medioambiente porque eso es lo más importante, pero a mucha gente no le importa. Piensan que es una tontería y que no va a pasar nada. Tiran su basura en donde hay agua y animales que pueden morirse”, condenó la niña al preguntarle sobre sus motivaciones.
En Yucatán, dijo, hay gente que, como ella, está interesada en el cuidado del agua; pero hay también -la mayoría, lamentablemente- quienes aún no están conscientes de la importancia de su preservación. Es por eso que ella considera tan trascendente su labor informativa, la cual piensa expandir.
“También talan árboles, y no es sólo que los corten y ya, ahí puede vivir una familia de pájaros u otros animales. Entonces si los cortan, los animales corren el riesgo de morir al perder su casa. También los árboles contribuyen a la lluvia”, sentenció la pequeña ambientalista.
Sobre su participación en la producción, Oriana dijo sentirse muy feliz y cansada, pues implicó que tuviera que nadar en cenotes por lapsos de más de dos horas, entre otras cosas. No obstante, ella asegura que continuará con sus acciones en pro de la naturaleza, cueste lo que cueste.
“No sólo quiero que mi familia o mi pueblo cuide el agua, sino que todo el mundo lo haga. Que se enteren de lo importante que es el líquido para el medioambiente. Con esto cuidamos a los animales y los árboles”, detalló.
Finalmente, Oriana Alanís envía un mensaje contundente a los habitantes de Yucatán: Que por favor cuiden el agua. Con esto, precisa, se evitarán muchos destrozos en el mundo, pues de continuar con prácticas como la tala de árboles, es un futuro muy complicado el que nos aguarda, advierte.
(Con información de La Jornada)