En Yucatán, brecha digital pega a maestros y alumnos
Ni la población ni los propios maestros tienen todos acceso a internet, muchos carecen de computadoras, o teléfonos inteligentes
Mérida, Yucatán. La contingencia sanitaria por el covid 19 ha cambiado la forma de enseñar de los maestros, quienes ahora se apoyan casi en su totalidad por las tecnologías para enseñar a sus alumnos y alumnas, a través de plataformas en línea, aplicaciones, o de canales de televisión, sin embargo, la pandemia vino a evidenciar las desigualdades que hay en este tema y la amplia brecha digital que impera todavía.
Puesto que no toda la población, ni los propios maestros, tiene acceso a estos servicios, muchos ni tienen computadoras, o teléfonos inteligentes, y el panorama es peor en comunidades alejadas de la ciudad, donde ni siquiera llega el internet o la señal de televisión es deficiente o prácticamente nula.
Este 15 de mayo, Día del Maestro, diversas maestras de diversos niveles educativos del estado comparten su visión sobre cómo ha cambiado su labor educativa durante esta pandemia del covid 19, los retos y complicaciones que se han enfrentado para no dejar en el rezago educativo a sus pupilos.
Para Paloma Manrique Interian, maestra de prescolar de una escuela indígena en Mayapan, continuar con la enseñanza durante la pandemia es más complicado en las comunidades del interior del estado, pues no cuentan con los medios digitales como en la ciudad, o bien las madres o padres no saben leer, mucho menos usar las plataformas tecnológicas. “Esta pandemia ha evidenciado las carencias”; afirmó.
Si bien, la Secretaría de Educación implementó canales públicos de televisión para la enseñanza durante la pandemia, en Mayapán la señal no es buena, y otros ni tienen televisión, dijo la maestra.
Ella se las ha ingeniado para impartir los conocimientos a sus estudiantes, a través de mensajes de audio por WhatsApp y con apoyo de las madres que con esto ahora están más unidas a sus hijos, sin embargo, le preocupa que cuando regresen de forma física a las aulas presenten algún tipo de rezago.
Cindy Santos, docente en la Preparatoria Estatal No. 7 “Eligio Ancona” y la Preparatoria Estatal No. 10 “Rubén H. Rodríguez Moguel” de las materias de inglés y etimologías griegas, comentó que el cambio ha sido drástico, «no fue algo para lo que estábamos preparados. Pasar de un formato de educación escolarizada a una educación a distancia es un gran reto, sobre todo porque tanto maestros como alumnos estamos aprendiendo sobre la marcha», reconoce.
Sin embargo, agregó que también ha servido para encontrar nuevas formas de enseñar y para reconocer la voluntad de docentes y alumnos de encontrar las mejores maneras de que esto funcione.
A su vez, dijo que «la educación a distancia ha demostrado cuan amplia es la brecha social entre nuestros alumnos». Un alto porcentaje de sus estudiantes no tiene acceso a internet o a tecnologías de la información; al igual que los docentes. «Los maestros nos hemos tenido que enfrentar también a carencias, pues muchos de nosotros no tenemos las herramientas necesarias o la formación para educar a distancia. Sin embargo, basados en la fuerza de voluntad y también de los sacrificios de alumnos, familias y maestros, estamos sacando adelante el ciclo escolar».
Por otro lado, también ha sido desalentador que el nivel Medio Superior (Bachillerato) pasa desapercibido en las acciones y estrategias locales y nacionales; puesto que prácticamente todas ellas (como la estrategia “Aprende desde casa”) solo consideran a la educación básica (De prescolar hasta secundaria), apuntó.
Por lo tanto, la maestra manifestó que es urgente aprovechar esta oportunidad atípica y revisar lo que entendemos por dinámicas educativas y estrategias de enseñanza-aprendizaje, es tiempo de evaluar a nuestro sistema educativo, sus objetivos, estrategias, contenidos y acciones. Sería una oportunidad profundamente desaprovechada salir de esta contingencia sin cambios y sin evolución.
Fernanda Camacho, maestra de fotografía de universidad, platicó que, al ser una maestra joven, no se le dificultó tanto buscar otras alternativas para seguir con su enseñanza, no obstante, ha observado que a muchos maestros mayores sí se les dificultó esta transición a una educación totalmente en línea.
Asimismo, dijo algunos alumnos no podían tomar las clases pues en ese horario estaban trabajando y necesitaban hacerlo para poder costear sus estudios, lo que ha evidenciado más las carencias y desigualdades sociales que hay en la educación.
Muchas alumnas no tienen recursos para acceder a internet en sus casos o sus teléfonos, ni el equipo necesario, han perdido sus empleos por la emergencia sanitaria y todo se ha complicado más, agregó.
Alejandro Fitzmaurice compartió que en su caso gracias a las capacitaciones que tuvo por parte de las escuelas donde trabaja, no se le hizo complicado el cambio a las clases a distancia en línea, pero para otros compañeros sí fue un reto.
Por otro lado, indicó que poder tomar clases en línea es un privilegio para algunos, que sí tienen los recursos, ya que esto implica tener computadora, internet, e incluso un espacio para poder tomar las clases sin interrupciones.
Sin embargo, está consciente que mucha gente no cuenta con esto, por lo que los gobiernos deben seguir trabajando en abatir esta brecha digital, que es una realidad, aunque pareciera que no porque ya hay internet en muchos parques de la ciudad.
Además, hizo énfasis en que la gente que sí cuenta con las facilidades deben abogar para que esto deje de ser un privilegio, sino algo de primera necesidad para toda la población.
También durante esta pandemia muchos docentes han sido despedidos por sus instituciones educativas, pues no contaban con los recursos para seguir pagando sus servicios, o se les descontaron días de sueldo.
(Con información de La Jornada Maya)