Develan dura realidad por violencia infantil en Yucatán

Segey y hospitales trabajan para atender esa problemática que, en promedio, representa 199 reportes mensuales

Mérida, Yucatán. Aunque fueron víctimas de violencia durante el confinamiento por la pandemia, muchos niños “no habían tenido la oportunidad de compartir sus situaciones a través del protocolo de Segey (Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán). Hoy al iniciar las clases presenciales hemos notado que lo están haciendo”, expuso Teresita de Jesús Anguas Zapata, titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Yucatán (Prodennay).

Con un trabajo conjunto con la fiscalía, la Segey y hospitales trabajan para atender esta problemática que, en promedio, representa 199 reportes mensuales sobre la vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes, conforme informó Anguas Zapata.

“Estos índices no han bajado y no hemos tenido el protocolo de Segey, ahora que nuevamente está activado hemos visto cómo el número de reportes no ha bajado y se ha incrementado”, el reto ahora, dijo, es atender de forma oportuna a las y los niños.

La procuradora estima que con la llegada del virus SARS-CoV-2 la violencia contra las infancias incrementó 30 por ciento, sin embargo, al estar en casa no han podido denunciarlas y, por eso, es imprescindible la participación de la sociedad; “hago un llamado a ser voz de las niñas y los niños”, pidió que si saben de alguien que esté siendo víctima lo reporten con la confianza de que las denuncias son anónimas.

“Sólo necesitamos que nos digas dónde está el niño o la niña para poder intervenir”, dijo al recordar a Arturo, un niño que fue víctima de su padrastro y falleció tras violencia reiterada, sin embargo, nadie reportó la situación y no pudieron actuar para proteger su vida.

“En este caso, la Fiscalía, tuvo 15 testigos, la pregunta a la sociedad es: ¿de qué lado quieres estar tú?, del que reporta y hubiera salvado la vida o del testigo del juicio cuando ya pasó todo y no pudimos llegar a tiempo”.

Ante la falta del protocolo de Segey y la poca participación ciudadana con las denuncias, durante la pandemia el medio para enterarse de la violencia de niñas y niños fueron los hospitales, a donde llegaban infantes víctimas y las instituciones emitían los reportes hacia Prodennay, apuntó; el rango de edad de seis a 17 años es en donde está la mayor cantidad de reportes.

(Con información de La Jornada Maya)

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