Despojo de tierras impacta vida de campesinos en Yucatán

Familias son despojadas de sus territorios debido al crecimiento urbano, pasando del campo o agroecología a ser empleados

Mérida, Yucatán. El despojo territorial que ocurre por el crecimiento urbano está afectando a las familias campesinas, quienes tienen que recurrir a otras formas de vida para adaptarse y subsistir por las modificaciones en la economía en los espacios que habitan, denunció Elsa Torres Zapata, coordinadora regional del proyecto Agrobiodiversidad Mexicana en Yucatán de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

Señaló que los pueblos originarios son los que tienen los conocimientos sobre agricultura e incluso son quienes poseen las semillas, sin embargo, en muchas ocasiones estos son despojados de sus territorios debido al crecimiento urbano, impactando en sus formas de vida, pasando de campo o agroecología a emplearse.

“Abandonan la actividad del campo por buscar un empleo, hay un impacto económico, una situación que les obliga a tomar una decisión de tipo económica y prefieren salir a trabajar que quedarse en el campo”.

A esto, le sumó que en la agricultura, los factores como el cambio climático con sequías prolongadas o lluvias excesivas, vulneran sus cosechas, por lo que miran que es más seguro encontrar trabajos en construcción, por ejemplo.

Dijo que con el paso de las generaciones, el conocimiento va dejando de transmitirse y se pierde, llegando incluso a ideas como “la vida campesina es una vida de pobreza”, evitando dedicarse a ella.

Lamentó que actualmente también hay ideas como la siguiente: “si como frijol y tortilla es porque soy pobre”, cuando en realidad no existe esa relación y uno de los objetivos es eliminar esas ideas hasta sensibilizar que “realmente eso es la riqueza”.

Para evitar esto, dijo, es necesario incidir por medio de políticas públicas para que no se pierda el conocimiento ni el trabajo en el campo, a pesar de las situaciones externas que propician dejarlo; “es multifactorial, pero me parece que lo que hay que hacer es justamente buscar espacios para compartir información en diferentes niveles”.

Para contribuir con esto, los huertos urbanos aportan en la revalorización del trabajo en el campo, sensibilizó; al tiempo que también permiten asegurar la alimentación en los hogares, incluso aprendiendo a consumir conforme las especies y variedades propias de la región para mejores resultados en la cosecha.

Sobre el proyecto Agrobiodiversidad Mexicana en Yucatán

Torres Zapata explicó que el proyecto de Agrobiodiversidad Mexicana está presente tanto en Yucatán como en otras regiones del país, siendo que en el estado el trabajo está enfocado en comunidades de Yaxcabá, Halachó, comisarías de Peto y Valladolid.

Con prácticas campesinas, conocen cómo las realizan, interviniendo para que continúen sin el uso de químicos, así como promover que siga el cultivo de plantas de origen que han sido domesticadas en la región.

Además, apuntó, trabajan temas de políticas públicas en pro del derecho a las semillas, la soberanía alimentaria y la valorización y comercialización de sus productos por medio de cadenas cortas de valor para la venta de excedentes luego de cubrir las propias necesidades alimentarias.

“Primero que hay que asegurar la alimentación, yo creo que se trata de que las familias puedan reconocer el valor de lo que producen, de lo que ancestralmente han venido cuidando y cultivando y que lo puedan mantener en la dieta”.

(Con información de La Jornada Maya)

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