Denuncian a StarMédica por negligencia en Mérida

Mérida. El director del StarMédica, Hugo Boehm Calero, se encerró media hora en su oficina, sin atender a la prensa mientras que afuera, en el parque de Altabrisa, los padres del bebé Fabrizio lloraban su muerte.

El pequeño Fabrizio Sosa Ávila falleció el 19 de agosto en la clínica StarMédica. Sus padres, Mónica Ávila Rodríguez y Santiago Sosa Cerón, denunciaron al hospital y a los doctores W.C.G. y F.G.M. ante la Fiscalía General del Estado (FGE), con el acta UNATD35- G1/000656/2017.

La familia Sosa Ávila convocó a una rueda de prensa para exponer el caso. Cruzando la calle, en un automóvil tres individuos observan el evento, pero se retiran apenas concluye.

“Lo más horrible del mundo es cargar a tu hijo muerto”, expresó Santiago, el padre. Indignados, exigen que se esclarezcan las causas del fallecimiento ya que, hasta el momento, el hospital aún no les informa sobre ello ni les otorga el expediente médico.

Fabrizio tenía un año y ocho días. Apenas una semana antes fue su cumpleaños. En el álbum de fotografías que la familia llevó se observa un bebé sonriente y cachetón. En una de las fotos se le observa con la cara pintada de colores rojo, amarillo, azul y verde; en otra junto a los pitufos.

También sale junto a su abuela paterna, la madre de Santiago, quien falleció a causa de un derrame cerebral el 30 de agosto. Ella sintió un fuerte dolor de cabeza durante uno de los rosarios posteriores al fallecimiento. “Se llevó al vida de mi hijo y la de mi mamá”, llora Santiago.

Entre lágrimas y con pausas para evitar quebrarse, Mónica y Santiago ofrecieron su versión de lo que ocurrió con su hijo. El día 15 de agosto, Fabrizio fue llevado a la clínica StarMédica para una revisión de rutina. Los médicos le dijeron a la madre que era un “niño muy sano”. Debido a que un testículo no se desplazó al saco de piel debajo del pene antes del nacimiento, los médicos decidieron realizarle la operación criptorquidia izquierda. Era una operación ambulatoria, dijeron los médicos, por lo que 40 minutos después de hacerse podría darse el alta. Fue al mediodía.

Por la noche, Mónica observó que los labios de su hijo adquirían un color violeta. La respuesta de las enfermeras fue que era una reacción a la anestesia. A las 23:30 horas, el menor tiene fiebre superior a los 38 grados. Recibe un supositorio y un jarabe, pero vomita cuatro veces como “proyectil”.

Intentan contactar al doctor W.C.G., éste no se presenta sino hasta el día siguiente, viernes 18, a las 08:30 horas. Al checar al niño, observó que tenía un moretón a su costado, en el vientre, por lo que declaró a los padres que “es una bacteria que adquirió en su casa”.

Fabrizio expulsa un líquido café, el cual fue drenado por el personal médico. Su condición empeora. Asustados, los dos doctores platican entre ellos, pero sin la presencia de alguno de los apdres sobre la condición del menor.

La familia propone que se investigue la posibilidad de una septicemia –una infección. No ocurre nada. Fabrizio se mueve y su catéter se sale de su brazo, pero el personal del nosocomio tardó más de dos horas en atenderlos. No había una enfermera pediátrica que lo pudiera colocar. Tampoco tenía suero. A las tres de la madrugada del sábado, un tercer doctor –creen que se trata del que atiende en Urgencias- llega. Los médicos W.C.G y F.G.M. arribaron hasta la mañana.

“Abracé a mi bebé –expresó Mónica- cuando lo soltamos ya solo dije ‘Diosito cuídalo’”. Más tarde, a las 11:40 horas, sale el doctor W.C.G. y les informa que Fabrizio se encuentra en “una situación muy grave, muy delicada”. El pequeño sufrió dos paros cardíacos. Falleció dos minutos después del mediodía del sábado 19 de agosto.

La familia entra a ver a su hijo en varias ocasiones. En una de ellas, una enfermera dice “otra vez”. La madre expresó que “no tenían idea de cuánto amaba a mi hijo”.

El certificado de defunción dice que la causa fue “un choque séptico de cuatro horas y una gastroenteritis de 24 horas”. Sin embargo, StarMédica aún no les otorga el expediente médico.

Tras la rueda de prensa, los medios de comunicación acudieron a solicitar la versión de los hechos por parte de StarMédica. El director, Hugo Boehm Calero, salió de su oficina y dijo “en unos momentos les atiendo”. Personal de seguridad llegó y solicitó que la prensa se sentara.

Boehm Calero habló por al menos media hora dentro de su oficina, sin volver a atender a los reporteros. La prensa ofreció al personal de seguridad el derecho de réplica y dejar un número telefónico para que fueran convocados de nuevo. La respuesta fue simplemente un agradecimiento.

Fiscalía llama a Boehm Calero

La FGE comentó a La Jornada Maya que el lunes se citará al director del hospital y una cirujana pediatra. Agregó que la denuncia es por presuntos hechos delictuosos y contra quien resulte responsable de la muerte del menor.

Los padres también convocaron a una protesta pacífica mañana domingo en el Monumento a la Patria, a las 10 horas, para exigir el esclarecimiento del caso.

(Con información de La Jornada Maya)

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