Cerros de excremento en granja, reflejo de impunidad
Estas prácticas que amenazan la salud de la comunidad y el medio ambiente, pues ya hay evidencia de personas que se han enfermado
Mérida, Yucatán. El hallazgo de «cerros de excremento» de vaca atribuidos a una granja en San Antonio Chel, en el municipio de Hunucmá, es un reflejo de la impunidad con las que se realizan estas prácticas que amenazan la salud de la comunidad y el medio ambiente, pues ya hay evidencia de personas que se han enfermado por beber agua contaminada, con bacterias y la naturaleza ha muerto, sentenció Carlos Escoffié Duarte, abogado y asesor de la comunidad maya de San Antonio Chel.
Asimismo, indicó que la granja estuvo operando durante tres años sin ningún permiso, más que el de cambio de uso de suelo, es decir, sin que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el municipio de Hunucmá, la ahora Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) o la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hayan tomado medidas en el caso.
Por lo tanto, dijo que las autoridades estatales deben tomar cartas en el asunto, verificar esta situación, y crear un grupo de alto nivel para atender el problema de la granja; de todos modos, adelantó que interpondrá una serie de recursos ante este tema, que luego dará a conocer con mayor detalle.
La Unión de Pobladores y Avecindados de la Comunidad Maya de San Antonio Chel dio a conocer el hallazgo de cerros de excremento de vaca almacenados de manera clandestina por la granja a las afueras del pueblo, e indicaron que las dimensiones del excremento son tales, que ha generado una cordillera de estiércol que estaría liberando grandes cantidades de gas metano y óxido nitroso, lo que contamina altamente el suelo y, por lo tanto, el agua de los cenotes que se encuentran debajo de la granja.
Para Escoffié Duarte, este tipo de hallazgos hacen evidente «que es muy fácil operar de manera ilegal, impune y afectando el medio ambiente… y si eso está sucediendo en San Antonio Chel, por su puesto que nos levante la duda de cuántas granjas están teniendo este tipo de almacenamiento».
Por lo tanto, subrayó, esta situación debe obligar a las autoridades de Yucatán, coordinados con el de Campeche y Quintana Roo, a crear un grupo de alto nivel donde participen expertos y representantes de las dependencias, para atender el problema de las granjas y generar soluciones, pues es algo sistemático y un problema serio.
El abogado advirtió que ante la presencia de esta «cordillera de estiércol» que estaría liberando grandes cantidades de gas metano y óxido nitroso, ya han detectado algunos casos de enfermedades respiratoria por la aspiración de este excremento y que el agua entubada que se consume en la comunidad sale con olor fétido y está contaminada.
(Con información de La Jornada Maya)