Cae 50 por ciento producción apícola de Yucatán
A diferencia de otras especies, a las abejas no se les pueden brindar suplementos alimenticios como sí se hace con el ganado
Mérida, Yucatán. En los últimos años la producción de miel en la entidad ha disminuido en aproximadamente un 50 por ciento, principalmente por la deforestación de las plantas poliníferas de la selva maya, según explicó la directora de Abeja Planet y vicepresidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Yucatán, Nelly Ortiz Vázquez.
En entrevista, Ortiz Vázquez comentó que las cifras oficiales reflejan que la apicultura se encuentra en buenas condiciones, pero que los expertos que trabajan con las abejas de manera cotidiana han reportado datos preocupantes que atestiguan el decremento en la producción de miel.
Como ejemplo, explicó que hace un par de años se obtenían 50 kilos de miel por cada colmena, cifra que comenzó a disminuir paulatinamente. “Estamos observando la decadencia: recolectamos 25 o 20 kilos por colmena y en épocas críticas hemos obtenido solo 12 kilos. La esperanza que tenemos es decir que el próximo año será mejor, pero si el campo no mejora, si no hay precipitaciones pluviales ni control respecto al uso de insecticida, habrá afectaciones”, puntualizó.
En este punto, la apicultora explicó que el principal foco rojo de afectación es la deforestación de la selva maya: las abejas no tienen acceso a las plantas poliníferas en abundancia como anteriormente, y a diferencia de otras especies –como el ganado bovino, ovino o porcino–, no se les pueden brindar suplementos alimenticios que mejoren su salud y la producción.
“Tuvimos la oportunidad de crear alimentos artificiales: uno es el azúcar que suple al néctar, y para sustituir el polen se están elaborando tortas proteicas, pero eso no soluciona el problema a nivel de producción, ya que la miel se obtiene a base de la recolección del néctar de las flores. La solución es reforestar”, detalló.
A su vez, comentó que la deforestación suele ocurrir para que se siembren árboles maderables, por lo que exhortó a las autoridades a que reforesten con plantas poliníferas nativas, como el tajonal y el dzidzilché, “para que haya esperanza segura de que la abeja podrá hacer recolección”, lo que a su vez, propiciará colmenas en buenas condiciones de salud y no susceptibles a la presencia de plagas.
Por otro lado, Ortiz Vázquez subrayó que las fumigaciones agrícolas “indiscriminadas” también han afectado a la población de abejas, y por ello, insistió en que agricultores y apicultores deben coordinarse para evitar afectaciones a la producción de miel.
“Hay que actuar en la Ley Apícola para ubicar las colmenas donde no tengan riesgo de ser fumigados y que los que estén en zonas de monocultivos de soya transgénica, cítricos, chile habanero, estén coordinados para que se protejan a las abejas cuando se requiera aplicar insecticida. Porque sin abejas no vivimos”, sostuvo.
Pronóstico alentador
La apicultora y representante del grupo social Koolel Kaab (Mujer de miel), Anselma Chalé Euán, coincidió en cuanto a la pérdida de colmenas por la deforestación ocasionada por el desarrollo urbano. Añadió que las quemas y el uso de fungicidas también merman la producción, sin embargo, comunicó que de acuerdo a la lectura del xook k’iin (las cabañuelas), habrá lluvias en el próximo mes de junio, lo cual favorecería al sector apicultor.
Chalé Euán recalcó que las abejas “son la fuente de nuestra existencia”, por lo que su conservación es de vital importancia para el equilibrio medioambiental y la preservación de la vida. Cabe mencionar que Koolel Kaab es una asociación de cinco mujeres de Xcunyá que se dedicaron a la apicultura a fin de continuar con una tradición familiar. La miel de abeja melipona que producen se puede adquirir a poco más de 200 pesos los 100 gramos, y en goteros para los males oculares, en 80 pesos.
(Con información de La Jornada Maya)