Buscan desarrollo sustentable en la comunidad de Ixil
La Asamblea dio prioridad al ambiente al detener la privatización de 5 mil 300 hectáreas y dos megaproyectos energéticos. señalan
Mérida, Yucatán. “En Ixil no vamos a permitir que se construya esta nueva ciudad, símbolo del despojo y de la devastación del medio ambiente.
“Ya hemos detenido la privatización ilegal de más de 5 mil 300 hectáreas de tierras ejidales de uso común, evitamos la apropiación de terrenos nacionales de nuestro territorio por intereses empresariales y frustramos la instalación de dos megaproyectos energéticos.
“Nuestra asamblea comunitaria está planteando un modelo de desarrollo basado en la conservación, restauración y uso sustentable de nuestros ecosistemas, por lo que vamos a evitar su destrucción por intereses ajenos a la comunidad”, levantó la voz Mercedes Cocom Noriega, representando a la comunidad de Ixil.
Este 14 de julio, la población de Ixil convocó a una rueda de prensa en Espacios Mayas para levantar la voz en la defensa de su territorio y el ecosistema, pues aseguran que el desarrollo inmobiliario Aludra, está construyendo sin contar con los permisos ambientales correspondientes y afectando a la comunidad.
La comunidad informó que ayer, 13 de julio, presentaron una denuncia ante la a Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y también cuentan ya con una demanda ante la Procuraduría Federal de Desarrollo Agrario, “esperemos que nos hagan caso […] ya que en realidad es muy, muy penoso que nos estén destruyendo nuestro medioambiente y nuestras tierras que nos heredaron nuestros antepasados”, comentó uno de los denunciantes, Jorge Yam Ek.
Alejandra Kantún Chim, también de la comunidad, visibilizó que el área en donde están construyendo el desarrollo inmobiliario es selva caducifolia y está en una zona de ecosistemas amenazados y protegidos, entre ellos, la sabana yucateca, el manglar y la ciénega.
“Está en el área de influencia de la Reserva Estatal Ciénagas y Manglares, y está designada para fines de conservación dentro del Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero de Yucatán (POETCY). La intención de nuestra denuncia es evitar la destrucción de la selva, y preservar de este modo también la salud de los ecosistemas con los que está relacionada”, resaltó.
La empresa, señaló Henry Zaldívar Novelo, por medio de su página web da a conocer que han vendido más de 300 lotes en su primera etapa y en la segunda pretenden vender 349 más; “pretenden construir una ciudad dentro de un área de reserva”, puntualizó.
María Teresa Munguía Gil, docente de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), quien está brindando acompañamiento al ejido, informó que el desarrollo Aludra no cuenta con registro disponible en la información pública y fue por ello que interpusieron la denuncia, así como una solicitud de revisión a la Procuraduría Agraria, para que verifique si se trata de una empresa fantasma.
Inmobiliarias como ésta, abundó, venden los lotes sin bases legales, pues el territorio que intentan vender es de uso común.
También Marcela García Aguilar, docente en la Escuela de Estudios Superiores de la UNAM, acompañó a la comunidad con sus estudiantes de “Manejo Sustentable de Zonas Costeras”, donde hicieron un estudio, encontrando evidencias de especies en peligro de extinción y diversidad de ecosistemas en la zona; “sobre todo encontramos mucho esta interacción de la selva con los manglares, la afectación de la selva debido también al deterioro de los manglares”.
Al mirar esto, las recomendaciones que surgieron del estudio son: educación ambiental para la sustentabilidad en la niñez y adultez, acción que ya están llevando a cabo en las escuelas, así como un plan de manejo para la conservación del hábitat.
Esta no es la primera vez que ocurre una situación así, por el contrario, Sergio Oceransky, representante de la Fundación Yansa, destacó que este “es solo un ejemplo de un modelo de desarrollo urbanístico irracional y destructivo que afecta a muchas comunidades de la Península, especialmente en los municipios costeros”.
Con un plato lleno de dinero, la habitante de Ixil Angélica, lamentó el despojo que viven y cuestiono “me pregunto si las inmobiliarias, los empresarios van a comer esto”, pues en su municipio producen miel, ganado y otros productos, pero con la invasión frenan esta producción, por lo cual exige un alto a esta situación.
(Con información de La Jornada Maya)