Aplica Yucatán fuerza policiaca en plantón antiporcícola
Más de 150 policías antimotines y encapuchados llegaron a golpear a los más de 100 habitantes y saquear el campamento
Mérida, Yucatán. Policías estatales y municipales desalojaron violentamente la madrugada de este sábado a habitantes de Sitilpech, municipio de Izamal, en Yucatán, que desde hace una semana mantenían un bloqueo a las afueras de la granja porcícola de Kekén.
Miguel Anguas, de la asociación civil Kanan Derechos Humanos, señaló que alrededor de las 3 de la mañana más de 150 policías antimotines y encapuchados llegaron a golpear a los más de 100 habitantes, entre quienes había en su mayoría mujeres, y saquear el campamento.
Los elementos policíacos escoltaron a camiones con alimento para cerdos que ingresaron a la granja “Productos Pecuarios para Consumo», dijo.
En entrevista, mencionó que los policías les robaron sillas, mesas, dinero y sus teléfonos celulares para evitar que grabaran la agresión.
“No hubo ningún intento de diálogo; llegaron directamente a golpear. Los comandantes del grupo antimotines dijeron a los pobladores que llegaron por órdenes del gobernador del estado (Mauricio Vila), para abrir paso y entraran los camiones con alimento”, comentó Anguas.
Aclaró que no hubo lesionados de gravedad, “pero no los tiene que haber para que sea alarmante, cómo el gobierno de Yucatán maltrata a quienes defendemos derechos humanos”.
Desde el pasado 10 de febrero unos 100 habitantes de Sitilpech montaron un campamento llamado La Esperanza, en protesta contra de la mega granja porcícola para denunciar la contaminación de la zona y de las reservas de agua.
Dicho bloqueo se debe a que el Tribunal Colegiado desechó la demanda que el pueblo tenía, en el que reclamaba sus derechos a la libre determinación y autonomía.
La empresa llevaba cerrada nueve meses, gracias a una medida cautelar dentro de dicho juicio, indicó el cofundador de Kanan. En ese tiempo, abundó, “el pueblo notó la diferencia entre vivir con una megagranja y sin ella: nueve meses sin olores fétidos”.
Anguas señaló que la granja de 48 mil cerdos genera malos olores; las personas, incluso niños, viven con enfermedades gastrointestinales o diarreas. Cuando se bañan con agua del pozo, “les sale salpullido y esos son indicativos de agua contaminada”, expuso.
Los pobladores de Sitilpech decidieron cerrar el paso de la carretera Sitilpech-Tunkas, dijo.
Cabe recordar que desde 2021 los habitantes de las comunidades en Yucatán se han organizado en contra de las mega granjas porcícolas, debido a la contaminación en sus pozos de agua, ecosistemas y biodiversidad, lo que a su vez afecta la salud de las personas.
(´con información de La Jornada)