Videgaray y Guajardo, con el muro en las narices
Washington.- El presidente de Estados Unidos de América (EU), Donald Trump, firmó los decretos ejecutivos para una mayor seguridad en la frontera de su país y atacar de frente la entrada de ilegales, entre los que resalta el comienzo de la construcción de un muro fronterizo.
La firma de estos decretos se daría en el marco de la reunión entre funcionarios de alto nivel de los gobiernos estadounidenses y mexicanos –encabezados por el canciller Luis Videgaray y el secretario de Economía Ildefonso Guajardo– en Washington, donde comenzarán las negociaciones en temas de interés bilateral, como el comercio y la migración.
Para empezar estaría la contratación de cinco mil agentes fronterizos adicionales, aunado a esto, también haría un llamado a los agentes locales que colaboren con las autoridades federales de inmigración
Eso se sumaría a la orden ejecutiva para canalizar recursos federales para la construcción de una barrera física, un muro pues, que ayude al país a controlar el flujo de migrantes ilegales al país.
De acuerdo con información del equipo de campaña de Trump, el muro tendrá un costo total de 40 mil millones de dólares y una extensión de 3 mil 185 kilómetros de longitud, además de 16.7 metros de altura, 30 centímetros de grosor y 4.5 metros de profundidad.
La edificación requeriría la contratación de 40 mil trabajadores, lo que implica un gasto de 26.4 millones de dólares, además de que el mandatario estadounidense mantiene su advertencia de que México pagará por este muro.
Refugiados y migración
Una prohibición temporal a la entrada de refugiados y una suspensión de los visados para ciudadanos de Siria y a los provenientes de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, con excepción de las minorías religiosas que huyen de la persecución, hasta que se establezca una investigación de antecedentes más agresiva.
De concretarse esta medida, destaca The New York Times, se interrumpirá una vieja política que garantizaba refugio a las personas más desprotegidas del mundo.
La administración Trump espera reducir a la mitad el número de extranjeros protegidos autorizados a ingresar al país en el año fiscal 2017, a 50 mil de acuerdo con los asesores consultados por el rotativo neoyorquino.
Durante su campaña presidencial, el republicano aseguró que la inmigración ilegal está fuera de control y representa una amenaza para la seguridad y tranquilidad del país, así como un riesgo para los empleos que deberían ser para los estadounidenses.
Además, se tiene prevista una reunión entre Trump y el presidente mexicano Enrique Peña Nieto el 31 de enero, y ante este encuentro el gobierno mexicano aseguró que no adoptará una postura de sumisión ante la administración del republicano, sino que se buscarán soluciones pero bajo el respeto a las soberanías y al estado de derecho, aunque nadie a ambos lados de la frontera le crea. (Con información de Internet y CNN)