Ser médico se volvió profesión de alto riego en México
Ciudad de México. La ola de violencia contra el sector salud ha ido en aumento en los últimos años y especialmente los médicos que realizan el servicio social han sido torturados, violentados, secuestrados y hasta asesinados.
En el marco de una asamblea médica realizada esta semana, los galenos aprovecharon el espacio para denunciar que, durante el sexenio de Peña Nieto, al menos 80 doctores han sufrido diferentes tipos de violencia.
Según los médicos, con la creación de este movimiento denominado “Ni una bata menos”, buscan que se les garantice seguridad en las plazas de comunidades rurales donde realizarán su servicio social.
Los médicos recordaron el caso de la doctora Kasandra Ramírez Huerta, de 29 años, una médica residente de pediatría, originaria de San Francisco del Rincón, que realiza su servicio social en el Hospital IMSS-Prospera de la ciudad de Papantla, Veracruz, y que se encuentra desaparecida.
La mujer había pedido en varias ocasiones antes que se le permitiera el cambio a otro hospital y ahora se encuentra desaparecida.
Médicos de seis ciudades participan del movimiento que lanzó un pliego petitorio.
“En las unidades médicas no se han fortalecido las condiciones para atender a la población en lo mínimo necesario y el paciente es quien sufre las consecuencias al recibir una atención incompleta e inadecuada.
“Se hace hincapié en la falta de infraestructura e insumos de los que carecen las unidades para la atención de sus derechohabientes que llevan al médico a proceder limitados a los que hay en la unidad y no a lo que se debe hacer”, dice el pliego.
Sus peticiones son:
Derecho del médico a negarse a presentarse en plazas de servicio social de medicina, en sitios con altos índices de inseguridad, así como con antecedentes de violencia hacia médicos y pasantes.
A) Identificar las plazas de riesgo de violencia y eliminación de las mismas.
B) En caso de presentarse esta situación, reubicación inmediata.
Derecho del médico residente y pasantes a retirarse de la comunidad u hospital donde labora, en caso de considerar amenaza, atentado, violencia física, psicológica, sexual, laboral a su integridad o a la de sus compañeros.
Cumplir y dar plena vigencia a los previsto en la NOM-001-SSA3-2012 y por virtud de su cumplimiento suministrar los recursos necesarios para la estancia y ejercicio profesional del médico residente, sancionando al servidor público que, pasando por alto estas obligaciones de las instituciones de salud, envíe al médico residente a una sede o subsede que carezca de tales recursos.
Los residentes se declararon en asamblea permanente y que laborarían bajo protesta.
(Vía Zona Franca y Reforma, vía Regeneración)