Prevén baja en el consumo interno
El consumo de las familias y empresas, que por varios meses fue el principal motor de crecimiento de la economía mexicana, resentirá una desaceleración en la segunda mitad de este año.
Ello ocurre al tiempo que la actividad industrial se ve afectada por un menor dinamismo de las manufacturas, asociado con la menor demanda de insumos por parte de Estados Unidos, y de la construcción, debido a la disminución del gasto público, sostuvo Alexis Milo, economista en jefe de HSBC México.
En los últimos meses, el consumo creció a tasas anuales de entre 7 y 8 por ciento, más del triple del desempeño mostrado por la economía en conjunto. “Esperamos una desaceleración durante el tercer y cuarto trimestres del año”, dijo Milo en una conferencia de prensa.
En el segundo semestre de 2016, anticipó, el consumo crecerá entre 4 y 5 por ciento anual, aun arriba del Producto Interno Bruto (PIB), pero notoriamente menos de lo registrado en el pasado inmediato.
De acuerdo con HSBC, el producto interno bruto crecerá este año 2.2 por ciento y lo hará 2.7 por ciento en 2017.
La economía mexicana ha pasado en el último año y medio por una situación “sin precedentes”, de acuerdo con el especialista. Las fuentes internas, como lo es el consumo, han apuntalado el crecimiento ante una disminución de la actividad manufacturera y de la construcción; la primera, por una menor demanda de productos industriales mexicanos en Estados Unidos, país que ha desacelerado su crecimiento; y, la segunda, debido a que los recortes del gasto público han afectado la inversión en infraestructura.
“El riesgo que vemos es que el consumo privado crece a tasas rápidas y es probable su desaceleración. Se va mantener el crecimiento pero las tasas de los últimos meses no son sostenibles, para que se mantenga sano, el crecimiento debe ser moderado”, añadió.
Débil sector externo
Desde enero de 2015, el peso acumula una depreciación de 28 por ciento frente al dólar. A pesar de la variación en el tipo de cambio las exportaciones no han crecido –como usualmente ocurriría debido al abaratamiento del precio en pesos de las mercancías–, debido al menor dinamismo del sector industrial de Estados Unidos, explicó.
Alrededor de 85 por ciento de las exportaciones mexicanas tienen como destino el sector industrial de Estados Unidos.
Uno de los sectores más dinámicos de las exportaciones mexicanas han sido las automotrices, apuntó. Sin embargo, dijo, el mercado automotriz en Estados Unidos ha llegado a su nivel potencial de venta, de 16.5 millones de vehículos, y a partir de ese punto la demanda crece a un ritmo más bajo, explicó.
“El sector automotriz se mantendrá sólido, pero con menores tasas de crecimiento hacia adelante”. De ese modo, la producción industrial resiente el menor dinamismo manufacturero.