Peligra agua potable en EU por oleoductos
Washington. El jefe de la tribu siux de Standing Rock, de Dakota del Norte, criticó con dureza el controvertido proyecto de construcción de un oleoducto que paralizó el ex presidente estadunidense Barack Obama y que pretende reactivar el actual mandatario, Donald Trump.
«El agua potable de millones de estadunidenses está en peligro», afirmó el martes Dave Archambault II. «Somos una nación soberana y lucharemos para proteger nuestro agua y lugares sagrados de los descarados intereses que intentan impulsar este oleoducto para beneficio de unos pocos estadunidenses ricos con vínculos financieros con la administración Trump», agregó.
Las palabras del jefe siux llegaron después de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército afirmase que la decisión sobre la continuidad de los trabajos llegará pronto. A finales de enero Trump ya firmó dos órdenes ejecutivas para avanzar en la construcción de dos oleoductos que habían sido bloqueados por Obama, entre ellos este de Dakota del Norte.
La administración estadunidense relanzó el martes el proyecto de un oleoducto rechazado por indígenas en Dakota del Norte, al dar vuelta una decisión tomada en diciembre por el gobierno de Barack Obama.
El cuerpo ingenieros del Ejército estadunidense anunció que otorgará el permiso para el trazado del oleoducto al que se opone la tribu siux de Standing Rock, que dice que afecta territorios que considera sagrados y además contamina sus recursos de agua potable.
El presidente Donald Trump revivió la semana pasada este proyecto que había sido enterrado por su antecesor. Además de este oleoducto, Trump también volvió a activar el Keystone XK que igualmente había sido bloqueado por Obama en apoyo a la lucha contra el cambio climático.
El oleoducto Dakota Access se extenderá por cuatro estados a lo largo de mil 900 km y costará unos 3 mil 800 millones de dólares.
La tubería transportará el crudo de Dakota del Norte, uno de los principales productores de petróleo y gas de esquisto, en el centro-norte del país, hasta un centro de distribución en Illinois, al sureste de Dakota.
El oleoducto transportará petróleo desde miles de zonas de perforación para fracking al estado de Illinois. Como empresario, Trump había invertido fuertemente en la empresa operadora del ducto ETP.N y un holding, Phillips 66. La ruta prevista pasa por la reserva indígena de Standing Rock.
Defensores del medio ambiente e indígenas temen que el agua se contamine y que los lugares sagrados se vean afectados.
Los detractores del proyecto quieren llevar el caso a los tribunales, según explicó uno de sus abogados. Para el 10 de marzo hay prevista una protesta en Washington, según informaron los opositores al oleoducto en las redes sociales. (Con información de La Jornada, DPA y AFP)