Pagan víctimas de ciberataques un billón de dólares
En 1988 se calculaba que en el mundo había 60 mil dispositivos conectados a Internet. Hoy en día, casi la cuarta parte de la población utiliza smartphones y se calcula que en 2020 habrá cuatro billones de esos aparatos, lo que se sumará al Internet de las cosas hasta alcanzar en conjunto los 20 o 25 billones de objetos –relojes, cámaras, televisiones, autos y teléfonos– conectados. Eso implica que la superficie para los ciberataques sea enorme, señalaron especialistas en la UNAM.
En la 11 Semana de la Seguridad Informática, organizada por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, el director de la entidad, Fernando Macedo Chagolla, refirió que a partir de la digitalización del mundo la seguridad de la información se ha convertido en un área fundamental en todos los ámbitos.
“En la sociedad global permanentemente conectada en la que vivimos, la información se ha convertido en uno de los activos más importantes y valiosos, y debe protegerse, al igual que los dispositivos donde se procesa y almacena, y las redes por las cuales se transfiere, pues son vulnerables ante ataques cibernéticos. Por ello, deben apoyarse todos los esfuerzos de docencia, investigación, difusión del conocimiento y desarrollo tecnológico en estas áreas”, sostuvo.
La prevención es clave, y se logra con una solución de seguridad robusta.
Mucha vulnerabilidad
Leobardo Hernández, responsable del Laboratorio de Seguridad Informática del Centro Tecnológico de la FES Aragón, explicó que en las empresas las políticas de seguridad no son aplicadas y hay mucha vulnerabilidad al malware (malicious software). Tan solo este año se ha pagado cerca de un billón de dólares en rescates por ransomware (secuestro de información).
Los ataques informáticos de todo tipo produjeron en 2015 ganancias mundiales para el cibercrimen por tres trillones de dólares, cifra que podría aumentar en 2021 a seis trillones de dólares. Es un fenómeno cada vez más grande en términos numéricos, calificó el universitario.
Ante ello, hizo recomendaciones como no abrir correos electrónicos hasta estar seguros de quién los envía, y eso significa no sólo conocer la cuenta, “porque pudo haber sido secuestrada”; no dar click a las ligas incrustadas en correos, actualización de software y, principalmente, respaldar la información usando la regla de 3-2-1, es decir, tres copias en dos medios diferentes y uno de ellos fuera de sitio.
Sebastián Russo, gerente de ingeniería de preventa para Fortinet México, mencionó que el crecimiento en el número de dispositivos conectados a Internet (tres billones más por año de aquí a 2020) dispara otros factores, como las amenazas, que se han incrementado en un orden de 10 mil veces a lo que estábamos acostumbrados.
Entre 2015 y 2016 el malware creció mil 351 por ciento, y se cree que una de cada seis compañías está infectada por ese software malintencionado y no lo sabe.
“Nuestro centro de investigación y prevención de amenazas hace un par de años publicaba dos veces al día una actualización de la base de datos de virus o nuevos virus detectados para nuestros dispositivos; actualmente se hace cada hora”, resaltó.
En México hay 54 millones de usuarios de Internet; para 2020 habrá más de 40 millones en el rango de 15 a 35 años, que es el lapso donde se hace consumo masivo del contenido que ofrece la red.
Ante ese panorama, precisó Russo, la detección es importante, pero la prevención es clave, y se logra con una solución de seguridad robusta; además, hace falta educación entre los usuarios para que sepan utilizar las tecnologías, mantener actualizados los dispositivos y saber qué links y sitios visitan, o qué tipo de contenido descargan.
Hackeo, el principal ataque
Erika Saucedo, experta de la firma Sec360, dijo que el hackeo es el principal ataque en Internet. El tiempo que puede llevar a un hacker entrar a un sistema varía: en 11 por ciento de los casos, segundos; en casi 82 por ciento, minutos; en seis por ciento, horas, y el resto en días.
En la inauguración, Martin Ortiz León, coordinador del Centro Tecnológico de la FES Aragón, habló de la necesidad de que los futuros ingenieros se mantengan actualizados para responder a las necesidades del entorno laboral, especialmente en las áreas que se desarrollan de forma acelerada, como la computación. (Con información de Gaceta UNAM)