Obcecado espionaje a periodistas
Divulgamos este reportaje publicado por Proceso, firmado por Jorge Carrasco y Mathieu Tourliere, que exhibe la peligrosa vocación del gobierno de espiar a los comunicadores
Heredera de la tecnología invasiva que adquirió el gobierno de Felipe Calderón, la administración de Peña Nieto ha mantenido el ciberespionaje como una de sus herramientas políticas. Entre sus objetivos, hasta ahora mencionados, han sido periodistas y activistas.
El caso más reciente es el del reportero Rafael Cabrera, de Aristegui Noticias, quien inició la investigación de la Casa Blanca y recientemente firmó el trabajo sobre el plagio de la tesis de licenciatura de Peña Nieto.
El acoso gubernamental, en el que participan instancias civiles y militares, ha sido revelado de manera consistente desde el año pasado por The Citizen Lab (TCL), un laboratorio multidisciplinario de la Escuela Munk de Asuntos Globales, de la Universidad de Toronto, en Canadá.
Concentrado en la investigación avanzada de asuntos, las tecnologías de información y comunicación, así como los derechos humanos y la seguridad global, el TCL reveló el miércoles 24 una aparente intrusión en los dispositivos móviles de Cabrera.
El vehículo fue un sistema llamado Pegasus, considerado el software espía más sofisticado hasta ahora y que fue desarrollado por NSO Group, una empresa ubicada en Israel, pero propiedad de una firma asentada en Estados Unidos: Francisco Partners Management. Originalmente, en 2010, ésta era financiada por la Unidad de Inteligencia 8200, de las Fuerzas Armadas de Israel.
El programa es capaz de penetrar los teléfonos IPhone y utilizar todos sus recursos: la cámara, el micrófono, grabar las conversaciones de WhatsApp, intervenir las llamadas por internet a través de la red social Viber y ubicar de forma permanente al usuario. Pegasus se activa a través de falsos enlaces con mensajes atractivos; basta con abrirlos para que comience el ciberespionaje.
De acuerdo con TCL, el programa espía se vende de forma exclusiva a los gobiernos que acosan a periodistas, activistas y defensores de derechos humanos. En su investigación identificó tres casos: Emiratos Árabes Unidos, Kenia y México.
TCL realizó la investigación luego de que el 10 y el 11 de agosto el activista de los EAU Ahmed Mansoor, recibió mensajes en su IPhone de que recibiría secretos sobre torturas en cárceles de ese país. Reconocido internacionalmente como defensor de los derechos humanos, Mansoor decidió no abrir los mensajes y los reenvió al laboratorio de investigación canadiense.
Con el apoyo de la empresa de seguridad Lookout Security, de Estados Unidos y de la compañía Apple, desarrolladora del IPhone, pronto descubrieron que se trata de una “ciber-arma” creada por NSO Group. Apple anunció el jueves que había solucionado los vacíos en su diseño que permitieron la intrusión.
“En el caso de México, un objetivo parece ser el periodista Rafael Cabrera, quien recientemente reportó sobre la controversia de la Casa Blanca, un asunto reportado como de conflicto de intereses que involucra al presidente y a la primera dama de México”, dice en relación con el escándalo de la residencia de las Lomas construida por el contratista favorito de Peña Nieto, Juan Armando Hinojosa Cantú, quien apareció también en el escándalo internacional conocido como Panama Papers.
The Citizen Lab buscó a Rafael Cabrera cuando detectó que hace un año el periodista recibió sospechosos mensajes, supuestamente de la televisora por internet de Carlos Slim, UNO TV. El mensaje decía que la Presidencia iba a meter a la cárcel por difamación a los periodistas que habían trabajado en el reportaje sobre la Casa Blanca. El supuesto autor del mensaje, en efecto trabajador de UNO TV, negó haberlo enviado.
TCL aclaró: “No nos fue posible saber si hubo una exitosa infección desde el vínculo del mensaje enviado a Cabrera, presumiblemente debido a que los vínculos ya tenían varios meses cuando los encontramos y habían sido abiertos por el propio Cabrera o por otras partes interesadas que vieron el tweet de Cabrera”, a través del cual dio a conocer el caso.
El grupo multidisciplinario contactó al periodista y se enteró de que recientemente había sido objeto de una serie de mensajes que contenían vínculos sospechosos, identificados como malicious links.
Aseguró que entre quienes también han recibido mensajes SMS sospechosos está la Cruz Negra Anarquista, que se define como un espacio “para coordinar trabajos en apoyo a personas presas y por la abolición del sistema penitenciario”. (Vea el reportaje completo en proceso.com.mx)