Millones de mexicanos no llegarán a viejos
Para 2050 se estima que México tendrá una población de 150 millones de habitantes y la esperanza de vida será de 80 años, pero si no se dan oportunidades suficientes en materia de educación, empleo y salud, gran parte de esos mexicanos no llegará a la vejez, afirmó Verónica Montes de Oca, del Instituto de Investigaciones Sociales.
Al participar en el Foro 20.20, centrado en la salud y organizado por Fundación UNAM y los Consejos Académicos de Área de la Universidad, la académica expuso que en la nación se han dejado de lado los determinantes sociales al analizar los retos en salud.
“No todas las personas llegaremos a ser adultos mayores por las condiciones asociadas a nuestra calidad de vida, porque no se están dando las mismas oportunidades para el desarrollo de capacidades en materia de educación, empleo, salud.
“Uno por ciento de la población concentra 33 por ciento de la riqueza: este es el mayor problema que tiene el país; no es sólo la pobreza, sino también la desigualdad y exclusión que generarán que las personas no puedan acceder a la tecnología ni a los hospitales que se espera haya para esa fecha”, dijo.
Pensar la salud, agregó, implica analizar cómo la población cambia: que el descenso de la fecundación impactará en el número de jóvenes que se incorporen al mercado laboral y aumentarán los adultos mayores, pero será una población heterogénea cada vez más educada y que podrá decidir sobre su calidad de vida en sus últimos años.
En ello coincidió Aída Díaz, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, quien comentó que se requiere atender la salud y el envejecimiento con perspectiva de género, pues las mujeres tienen una mayor esperanza de vida y son también quienes realizan, en mayor medida, el cuidado de las personas enfermas.
Además, expresó que diversos indicadores señalan que son los últimos 15 años de vida en los que se concentran los mayores gastos relacionados con salud.
Juan Garza Ramos, del Consejo Académico del Área de las Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud, aseveró que se requiere de la salud animal y del medio ambiente para garantizar la salud humana.
Esta visión multidisciplinar, añadió, ha dado éxito en la atención a epidemias como la influenza AH1N1, al tratar problemas desde la bioética o estudiar enfermedades mediante las ciencias de la complejidad.
Alberto Lifshitz, del Consejo Académico del Bachillerato, señaló que el avance tecnológico alcanzado hasta ahora permite un mayor monitoreo y rápida identificación de muchos padecimientos. Pero seguirán necesitándose los médicos para vigilar todas esas máquinas, dar explicaciones a los pacientes, hacer gestión clínica y ofrecer empatía, comprensión y confianza.
Acerca de los males del siglo XXI, apuntó que estarán relacionados con infecciones debido a los flujos y viajes de la gente alrededor del mundo, con la resistencia microbiana a los antibióticos y con los estilos de vida: la exposición al estrés, el mal manejo del ocio, la ludopatía digital, entre otros.
En el auditorio de la Coordinación de Posgrado, Jorge Tamés y Batta, exdirector de la Facultad de Arquitectura, mencionó que en el diseño de hospitales cada vez se toman más en cuenta las necesidades de los médicos, del paciente y los familiares, a fin de que éstos puedan esperar y descansar cerca de su enfermo.
Inauguración
Jaime Martuscelli, coordinador de asesores de la Rectoría, y Dionisio Meade, presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, inauguraron la cuarta edición del Foro 20.20 que busca reflexionar sobre los problemas de actualidad.
En las próximas reuniones, explicaron, se analizarán los temas de medio ambiente, migración y educación que tienen una raíz profundamente humana y están directamente relacionados con el futuro del país, destacó Meade.
Martuscelli, quien acudió en representación del rector Enrique Graue, concluyó diciendo que “el reto que se enfrenta en educación superior es mayúsculo. Una nación que no invierte en educación poco puede esperar en el futuro”.
(Con información de Gaceta UNAM)