Mensaje de furia y proteccionismo de Donald Trump
Washington.- Nadie puede decir que el discurso de posesión de Donald Trump fue enteramente sorprendente. En realidad, en sus 1 mil 400 palabras puede haber encapsulado bien tanto los anhelos de sus seguidores como los temores de sus críticos.
Nadie esperaba un discurso poético como el de la posesión de John F. Kennedy, aquel que inmortalizó la frase de «no preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país».
Los que votaron por Trump querían una invocación al cambio, sin adornos ni arandelas. De rechazo y de furia contra la clase dirigente. Y de nacionalismo agresivo.
Y eso fue lo que presentó el discurso del nuevo mandatario, quien aseguró que de ahora en adelante, el mundo entero tendrá que aceptar que es «Estados Unidos primero».
Por su parte, los críticos del nuevo ocupante de la Casa Blanca llevaban tiempo advirtiendo que Trump no cambiaría con la investidura presidencial. Que rompería la tradición que indica que en los primeros días de su mandato, y en particular en el hito simbólico de su discurso de posesión, el presidente estadounidense siempre envía un mensaje de unión y armonía.
Estilo
Pero ese no fue nunca el estilo de Trump en la campaña y tampoco lo fue en las gradas del Capitolio este viernes.
En cambio, el nuevo ocupante de la Casa Blanca incitó a la furia popular contra los anteriores dirigentes del país, diciendo que la minoría gobernante en Washington no compartía ni las victorias ni las dificultades del estadounidense común y corriente.
Los describió casi que como invasores extranjeros, a punto de ser expulsados de la capital por el victorioso movimiento encabezado por Trump.
El mandatario habló de fortalecer fronteras, no de tender puentes. De proteger mercados y resistir amenazas extranjeras, no tanto de buscar nuevas alianzas.
Mike Cornfield, profesor de la Universidad George Washington, en la capital, dijo que, en su opinión, el de Trump había sido «el más iracundo discurso de posesión que alguna vez hubiese escuchado».
Cornfield dijo que la posición de Trump era de «confrontación» y de «populismo clásico», lo que no dudó en calificar de «extraordinario para un hombre que no ganó el voto popular».
Y, también, señalaron sus críticos, presuntuosa para alguien que no consiguió llenar con sus seguidores el Mall, la alameda ceremonial junto al Capitolio, en donde la imagen de televisión revelaba grandes extensiones de prado vacías en los momentos en que ocurría la transmisión de mando. (Con información de BBC Mundo)