Las mujeres en películas de acción
Persecuciones automovilísticas a toda velocidad, combates mano a mano que te dejan sin aliento y cuerpos en la acera, todo en un contexto de espionaje internacional. La película más reciente de David Leitch (quien empezó su carrera como doble de acción en películas como V de venganza y 300, y ahora es director) tiene todos los elementos de un filme taquillero con Jason Bourne o James Bond a la cabeza. Excepto que, en esta ocasión, una mujer es la que lanza los golpes.
En Atómica, Charlize Theron tiene uno de los papeles protagónicos femeninos más destacados en una película de acción. La película está inspirada en la novela gráfica The Coldest City de Anthony Johnston; y Theron hace de Lorraine, una agente encubierta del MI6 que es enviada a Berlín hacia finales de la Guerra Fría para investigar un asesinato y arreglar el desorden que dejaron otros funcionarios del gobierno británico. A su paso deja su propio desorden: moretones y sangre.
Con Atómica, que se estrena en agosto en América Latina, Theron se suma a una lista de actrices –como Sigourney Weaver, en la saga de Alien o Pam Grier en Foxy Brown– que han cambiado la percepción sobre las mujeres en las películas de acción. Theron tampoco es una novata en el tema (el personaje de Furiosa fue un factor importante del éxito de Mad Max: Furia en el camino en 2015), pero este verano se sumerge un poco más en los límites de la intensidad y el realismo.
“Se sintió como algo muy provocador”, dijo Theron, “pero no había nada sobre este papel que no sintiera que salía de mí misma”.
Sin embargo, Theron dijo que esos roles son escasos.
“No creo que se le haya dado a las mujeres una oportunidad real para encarnar este tipo de roles”, dijo, y citó cómo la experiencia de Sigourney Weaver la inspiró para Mad Max.
“Recuerdo haberla visto cuando era joven, y me dejó una impresión indeleble. Es increíble. Linda Hamilton en Terminator. Scarlett Johansson actualmente. Muchísimas mujeres podrían hacerlo muy bien, si tuvieran la oportunidad”.
Otras heroínas de acción están de acuerdo. Además de Theron, hablamos con varias de las actrices sobre cómo han cambiado los papeles para mujeres, qué tanto piensan al momento de lanzar un golpe y qué significa para todos los espectadores, aunque especialmente para las niñas, ver a una mujer pateando traseros en la pantalla grande.
Una de las formas en las que Atómica representa un paso hacia algo nuevo es en la escena en la que Theron se enfrenta a un grupo de mafiosos en una escalera. Propina fuertes golpes y patadas hasta vencerlos a todos, pese a tener unas botas altas y maquillaje. Quizá en otra película Theron saldría intacta, pero aquí muestran sus moretones; su cara está hinchada y ensangrentada.
“Me acuerdo que era el segundo día de grabación y me dolía el cuerpo, mi cara estaba llena de moretones y mi ojo no se cerraba porque estaba hinchado”, dijo. “Y pensé: ¿en serio?”. La actriz recibió entrenamiento de fuerza y artes marciales durante cuatro o cinco horas diarias durante la preparación para grabar las secuencias de acción.
Ese realismo era importante, dijo el director. “Queríamos que se sintiera verídico, como que duele”, dijo Leitch, “y a veces la gente no quiere mostrar eso si el personaje es femenino”. Añadió que “parte del problema es que los directores tratan a esos personajes como preciosos. Quieren vivir en un mundo de fantasía en el que solo dan patadas de abanico y con eso ya noquearon a hombres de 1,90 de altura y así tampoco funciona”.
La solución fue mostrar las consecuencias de las peleas, los moretones y las heridas. “Así también hay empatía por el personaje y la película entera funciona mejor”.
Michelle Rodríguez: en una posición fuerte
“Cuando ves a una mujer extremadamente bella corriendo por ahí con una pistola y le pega a un hombre con la palma de la mano y sale volando, no es muy realista”, dijo Rodríguez. Por eso al escoger en qué películas de acción participará –ya sea la saga de Rápidos y Furiosos o la de Resident Evil– busca papeles de mujeres que demuestren ser capaces de luchar por sí solas. Dio como ejemplo la pelea que tiene contra la luchadora de UFC Ronda Rousey en Rápidos y Furiosos
“Cuando los hombres escriben los papeles quieren que las mujeres sean duras”, dijo, pero luego “les ponen tacones y labial, y ya me harté de eso”. También está la lucha sobre la autonomía. “A veces cuando los guionistas son hombres, les cuesta trabajo explicar el valor de una mujer si no la vinculan a un hombre y entonces tienden a matarla”, dijo Rodríguez. “Pero si es una mujer independiente y no es la novia de nadie, parece que dicen ‘¿ahora qué voy a hacer?’”.
Esos son los papeles que evita, además de aquellos que explotan la sexualidad de una mujer mostrando escenas de violación, abuso sexual o desnudez excesiva, así como el de mujeres que solo aparecen porque necesitan ser rescatadas. “Quiero hacer papeles en los que su propósito sea cumplido por ellas mismas, no por alguien o algo más”, dijo. “Eso es lo que hacen los héroes, es el mensaje correcto. Y es poderoso que las niñas vean esa fuerza, ese coraje”.
Michelle Yeoh: más que protectoras
El cine asiático tiene una larga tradición de mujeres luchadoras, pero Yeoh, conocida por películas como El tigre y el dragón o El mañana nunca muere, recuerda cuando eso no pasaba. “Al principio, cuando comenzaba mi carrera, todo se enfocaba en que los hombres movieran la acción. Me da mucho gusto que las cosas hayan cambiado tan dramáticamente. Y también es por las demandas del público”.
Un cambio notorio es lo que motiva las peleas. “Antes era un rol maternal: está peleando porque quiere proteger a alguien”, dijo Yeo. Esa ya no es la única razón. Usó el ejemplo de G.I. Jane, el filme de 1997 en el que Demi Moore se integra a la marina estadounidense. “No pelean porque van a proteger a su bebé, sino a sus países o a la justicia. Los papeles han evolucionado y las mujeres han peleado por tener esos roles exigiendo que nos den lo que nos corresponde”.
Yeoh dijo que las artes marciales también han permitido que las mujeres tengan más papeles en películas de acción porque te entrenan “a usar la técnica para aventajar a alguien que es más grande o más fuerte. A usar su peso en su contra, y la técnica de bloquear… no siempre es por agresión sino sobre pelear de manera inteligente y no solo con fuerza”.
Ese punto de vista también ha ayudado a redefinir lo que es sexy. “Depende del guionista y el director que sean más complejas”, dijo. “Cuando ves a una mujer que es fuerte tanto mental como físicamente, también eso es sexy. Y es importante que veamos eso en las películas, que lo vean los hombres y mujeres jóvenes”.
Milla Jovovich: una declaración con tintes políticos
Jovovich, de Resident Evil y El quinto elemento, recuerda que vio Alien cuando tenía 11 o 12 años y quedó impactada por la actuación de Sigourney Weaver como Ripley, la líder de la tripulación que pelea contra la criatura alienígena. “Nunca había visto a una mujer que hiciera eso”, dijo. “Me hizo querer lanzarme a la batalla y ser una guerrera”.
Esa actuación allanó el terreno, y las actrices todavía pueden hacerlo. “Vivimos en una sociedad patriarcal, y lo vemos en todas partes. Creo que es importante mostrar a las mujeres en posiciones de poder. Si el público va a ver a esas mujeres en acción, eso significa que creen que una mujer puede hacerlo”.
Las películas no siempre son merecedoras de la atención, opinó. “Siempre habrá algo de misoginia a modo de voyerismo”, dijo, aunque citó que hay directores como James Cameron, Luc Besson y Paul W.S. Anderson (de Resident Evil y con quien Jovovich está casada) que están dispuestos a poner a las mujeres en papeles poderosos.
“Cuando hice El quinto elemento, me di cuenta que nunca iba a ser la chica de la película que grita ‘cuidado’ o ‘ayúdenme’”, dijo. “Sentí que sería irrespetuoso hacer de la dama en apuros”. Dijo que quiere inspirar a otras como lo hizo Weaver y que la satisface enormemente cuando las niñas que se sienten empoderadas por su actuación en Resident Evil se lo hacen saber.
“Algunas de las historias que he escuchado me impresionan”, dijo. “Es el poder de una imagen en la cultura pop; eso es todo”.
(Con información de The New York Times)