Laboratorio forense de escena del crimen
Los estudiantes de la licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina (FM) cuentan, para el aprendizaje del método criminalístico, con un espacio único: el Laboratorio de Escena del Crimen, donde desarrollan competencias y trabajan por casos.
En el también llamado “lugar de la investigación”, los alumnos aprenden a observar y seleccionar los indicios que pueden mostrar cómo sucedieron los hechos, a efectuar la cadena de custodia de esos “testigos mudos” y la secuencia de eventos procedimentales.
Esto adquiere relevancia con la puesta en marcha del nuevo sistema de justicia penal, en el que un pequeño error en la realización y conclusión de una investigación puede determinar la libertad de una persona, explicó Xavier Mungarro, encargado del laboratorio.
El académico dijo que el objetivo de este espacio es el entrenamiento de los estudiantes en el procesamiento del lugar, que consiste, primero, en su preservación. El propósito es que el sitio no sea alterado, que se conserven las condiciones originales.
En una situación real por lo general los primeros respondientes (quienes llegan a la escena del crimen) son policías de investigación, de seguridad pública, ministeriales o de cualquier otra corporación, que aplican criterios diferentes y obedecen a mandos distintos.
A ellos se suma la sociedad, pues los curiosos pueden entrar al área de la indagación y contaminarla. Al hacerlo destruyen información valiosa que permitiría aclarar los hechos, precisó el experto. Una vez que se preserva el sitio “debe seguirse una serie de pasos que van de la mano con la observación sistemática y estructurada, misma que lleva a conocer los indicios o vestigios importantes”.
Se requiere personal con una capacidad exacerbada para observar de manera minuciosa y paciente, pues es necesario ver todas y cada una de las caras del objeto estudiado. Con la selección de indicios se produce lo que en los medios de comunicación se denominan líneas de investigación, estrategias para generar hipótesis.
Pero ahí no acaba la tarea. Debe mandarse la información a las bases de datos, a las labores de inteligencia. Los indicios seleccionados se pasan a laboratorios para estudios de gabinete. Es hasta entonces que se tiene suficiente información para construir la teoría del caso que será defendida en un juzgado.
Pocos referentes teóricos
En México y Latinoamérica, dijo Mungarro, hay pocos referentes teóricos en estos temas, y los peritos, policías y ministerios públicos enfrentan así al nuevo sistema de justicia penal, que incluye juicios orales.
Por ello, en la licenciatura de Ciencia Forense la meta es contribuir a la elaboración de un marco teórico y académico que sea de utilidad en el sistema judicial.
Se espera que los egresados sean capaces de procesar cada lugar de la investigación con un alto nivel de profesionalismo y respeto a los derechos humanos, la cadena de custodia y el proceso.
Mientras egresa la primera generación de la carrera (el año siguiente) en este espacio ya se dio capacitación a integrantes de Protección Civil y del cuerpo de bomberos de la Universidad. “Queremos ser modelo, hacer cosas que trasciendan a la sociedad”, finalizó.
CARACTERÍSTICAS
Se trata de un espacio modificable, parecido a la tramoya de un teatro, donde entra una escenificación (sala, recámara, comedor, baño u oficina) y ciertos actores; en el diseño, que debe ser meticuloso, no sólo están cuidados los indicios de un delito, sino además el contexto psicosocial de los involucrados.
(Con información de Gaceta UNAM)