La Unión Europea alcanza un acuerdo sobre migración
Los mandatarios de la Unión Europea (UE) alcanzaron en la madrugada del viernes un acuerdo sobre migración, después que Italia amenazara con boicotear el resultado de la cumbre si no se respondían a sus demandas de más solidaridad en la llegada de los migrantes.
«Los 28 líderes de la UE han acordado las conclusiones del Consejo Europeo, incluida la migración», tuiteó el presidente de esta institución, Donald Tusk, a las 04H34 (02H34 GMT) al término de una noche de complejas negociaciones.
Los términos del acuerdo se desconocen pero todo apunta a varias opciones sobre la mesa, ya que, según el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, «cada país tendrá que decidir qué política o qué respuesta da, (…) cada uno tiene su propia realidad».
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, cuyo país se negó a acoger refugiados en el plan de reparto adoptado entre 2015 y 2017, celebró un «muy buen compromiso». «Hay declaraciones sobre reubicaciones de carácter voluntario y están basadas en un consenso», agregó.
Para aumentar la presión sobre sus socios de la UE, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, había bloqueado las conclusiones de la primera reunión de trabajo basada en el comercio y la defensa, a la espera de obtener satisfacción a sus demandas de más solidaridad en el reparto de migrantes.
Incluso, los dirigentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, se vieron obligados a anular su tradicional rueda de prensa para comunicar los resultados de la primera sesión de trabajo y la pospusieron al viernes, al final de la cumbre.
Giuseppe Conte, cuyo gobierno populista cerró sus puertos en las últimas semanas a barcos como el «Lifeline» o el «Aquarius» con migrantes socorridos en el mar y que debieron desembarcar en otros países de la UE, celebró que «Italia ya no está sola» tras el acuerdo.
«Centros controlados»
Tres años después de la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y pese a la reducción drástica de las llegadas de migrantes, la cuestión migratoria enfrenta de nuevo a los europeos, pese a su voluntad de dar, unidos, un nuevo impulso al bloque de cara a la salida de Reino Unido en marzo.
Alemania simboliza también la crisis política vinculada a la migración en una Europa de movimientos populistas en auge. La otrora influyente canciller enfrenta la amenaza de su ministro del Interior de impedir de manera unilateral la entrada de solicitantes de asilo procedentes de otros países de la UE.
«Europa tiene muchos desafíos pero el relacionado con la cuestión migratoria podría decidir el destino de la Unión Europea», dijo este jueves Merkel, cuyo país fue el principal destino adonde se dirigían los migrantes que desembarcaban en el bloque.
El jefe del gobierno español había urgido en la mañana a la «solidaridad» con otros países, «especialmente con Alemania que está sufriendo una crisis política», pero Roma rechazaba centrarse sólo en responder a las demandas alemanas para salvar a Merkel. «O hablamos de un paquete completo o de nada», según la fuente del gobierno italiano.
A lo largo de la madrugada, las discusiones giraban en torno a la creación de «centros controlados» en Europa, adonde llevar los migrantes socorridos en el mar y separar aquellos que podrían obtener el asilo de los conocidos como migrantes económicos, que serían devueltos a sus países.
«Plataformas de desembarco»
Otras de las propuestas sobre la mesa de la cumbre fue la creación de «plataformas regionales de desembarco fuera de Europa», adonde trasladar a los migrantes socorridos en el mar y llevar a cabo también una selección. Aunque se habla del Norte de África, Marruecos descartó este jueves este concepto.
Ante la falta de avances en la reforma de la política común de asilo, un objetivo que el presidente del Consejo Europeo quería para esta cumbre, los diferentes métodos para proteger las fronteras europeas se convirtieron en la prioridad para los europeos.
Esta legislación europea, cuya reforma intentan sacar adelante los 28 desde hace más de dos años, establece que el país europeo que un migrante pisa en primer lugar es el encargado de gestionar su solicitud de protección internacional, algo insostenible para los países mediterráneos.
La «minicumbre» a 16 del domingo reflejó el abanico de opciones planteadas por los gobiernos para blindar el bloque: «centros cerrados» en Europa, una mayor cooperación con los países de tránsito y de origen de los migrantes, reforzar Frontex…
La «cumbre de todas las cumbres», en palabras de un alto funcionario europeo, dejó incluso en un segundo plano la difícil negociación del Brexit, dominante en las pasadas reuniones, y el balance que hizo la primera ministra británica, Theresa May, sobre ese proceso.
(Con información de AFP)