Japón, el declive social y sexual
En Japón hay demasiados jóvenes vírgenes y el gobierno está preocupado.
La población de Japón es la más vieja del mundo y la perspectiva es que el problema sólo va a seguir creciendo: a los jóvenes no sólo no parece interesarles formar familia, ni siquiera les llama la atención el sexo.
En una reciente encuesta, el 42% de los hombres y el 44,2% de las mujeres que aún no se han casado dijeron ser vírgenes.
Esta proporción ha aumentado con respecto al año 2010, cuando el 36,2% de los hombres y el 38,7% de las mujeres declararon no haber tenido su primera relación sexual.
En la cambiante sociedad japonesa, los jóvenes están priorizando su independencia y tratan de alejarse de los «problemas» que puede traer una relación amorosa.
Entre aquellos que aún no han contraído matrimonio, el 70% de los hombres y el 60% de las mujeres no tienen pareja. Dentro de este grupo, el 30% de los 2.706 hombres y el 26% de las 2.570 mujeres no desean comenzar una relación íntima en estos momentos.
El estudio cubrió un total de 8.754 personas solteras y 6.598 parejas casadas de todo el país. Japoneses heterosexuales entre 18 y 34 años conformaron la muestra analizada en junio de 2015 por el Instituto Nacional de Investigación sobre Población y Seguridad Social. Esta encuesta se aplica cada cinco años desde 1987.
Bomba de tiempo demográfica
El incremento de veinteañeros sin pareja resulta preocupante para la sociedad con la población más envejecida del mundo. Esa es la edad en que, según diversos estudios científicos, las mujeres son más fértiles.
La situación resulta tan alarmante que los economistas Hiroshi Yoshida y Masahiro Ishigaki, de la Universidad de Tohoku, crearon un reloj digital para estimar el día que los japoneses se extinguirán si las cosas siguen como van: proyectan que el 16 de agosto de 3.766 solo quede un japonés vivo.
Las autoridades japonesas están tratando de revertir la rápida y descontrolada disminución de la población japonesa. Una reducción de 200.000 o 300.000 personas por año son las cifras que maneja el Instituto Nacional de Investigación sobre Población y Seguridad Social.
Según expone el periódico Japan Times, la administración del primer ministro Shinzo Abe se ha propuesto aumentar la tasa de fertilidad del 1,4 actual a un 1,8 en 2025.
El gobierno ha ofrecido incentivos fiscales a parejas casadas y ha ampliado los servicios de cuidado de niños con el fin de estimular la maternidad.
La Asociación Japonesa de Planificación Familiar publicó recientemente una encuesta aplicada a personas entre 18 y 49 años en la que el 49,3% de la muestra dijo que no había tenido sexo en el último mes, según indica el periódico británico The Independent.
Esta proporción aumentó en un 10% con respecto a dos años atrás. Tanto mujeres como hombres atribuyeron esta falta de deseo sexual al desbalance entre su vida laboral y su vida privada.
El cansancio después de largas horas de trabajo afecta a muchos hombres, quienes pueden cumplir alrededor de unas 60 horas a la semana, narra la reportera de la BBC Tulip Mazumdar.
Por otra parte, el reinicio fallido de las relaciones sexuales después del nacimiento de los hijos es uno de los factores que más afectan a las parejas casadas.
Entre quienes todavía no se casan, las pobres habilidades comunicativas, una limitada educación sexual, la presión social y escolar, el temor a recibir una negativa por parte de la otra persona, además del poco tiempo libre del que disponen, parecen reforzar el celibato durante largos periodos de tiempo.
Otro elemento a tener en cuenta es la disponibilidad de métodos anticonceptivos. Según ilustra Mazumdar, las pastillas anticonceptivas han estado a la venta en Japón solo desde finales del siglo pasado y continúan siendo relativamente costosas. (Con información de BBC)