Interroga al presidente de Perú el fiscal anticorrupción
El jefe de Estado peruano dio plenas facilidades al equipo de fiscales y mantuvo una actitud transparente y de colaboración
Lima, Perú. El presidente peruano, Pedro Castillo, respondió todas las preguntas de un fiscal anticorrupción y señaló que cumplió así un deber, sin huir de la justicia ni buscar protección en una embajada extranjera.
Tras más de tres horas en las que contestó más de 40 preguntas, Castillo manifestó en Twitter que cumplió un deber constitucional al recibir al fiscal supremo adjunto Ramiro González y responder sus interrogantes, dentro de la investigación a dos excolaboradores acusados de interferir en el proceso anual de ascensos militares.
“Nosotros damos la cara, no huimos del país, menos nos refugiamos en una embajada; tenemos la conciencia limpia, actuamos conforme a ley y los compromisos asumidos con el pueblo”, agregó Castillo.
Aludió al parecer así a los expresidentes Alan García (1985-90 y 2006-11), quien intentó asilarse en una embajada y finalmente se suicidó para evitar ser detenido por corrupción, y Alejandro Toledo (2001-06), quien se fugó a Estados Unidos tras ser investigado por recibir un soborno millonario de la empresa brasileña Odebrecht.
Por su parte, el abogado del presidente, Eduardo Pachas, y el procurador general del Estado, Daniel Soria, quienes estuvieron presentes durante la declaración de Castillo ante el fiscal Ramírez, confirmaron que el mandatario respondió todas las preguntas y que fueron más de 40.
Pachas aseguró que el jefe de Estado dio plenas facilidades al equipo de fiscales y mantuvo una actitud transparente y de colaboración con los visitantes, y respondió las preguntas referidas a la denuncia de los exjefes del Ejército, José Vizcarra, y de la Fuerza Aérea, Jorge Chaparro.
Ambos afirmaron que, en noviembre pasado, fueron presionados para ascender a varios coroneles al grado de general, lo cual no aceptaron y posteriormente fueron destituidos por Castillo, quien ejerció así una atribución constitucional.
Según los exjefes, fueron presionados por el entonces ministro de Defensa, Walter Ayala, y el secretario de la Presidencia, Bruno Pacheco, quienes supuestamente invocaron el nombre del presidente, y son investigados por la Fiscalía y niegan la acusación.
El abogado Pachas refirió que Castillo admitió la autenticidad de una conversación por mensajería telefónica que sostuvo con el exgeneral Vizcarra, quien le solicitaba una reunión pero lo derivó a hablar con el secretario Pacheco.
Precisó que el mandatario explicó el consenso de la conversación, explicó cómo sucedieron los hechos y dejó en claro que no hubo ningún ascenso militar irregular, ni acción alguna para favorecer a nadie.
(Con información de Prensa Latina)