Gastan más en salarios que en inversión
Los recursos que se destinan a servicios personales siguen siendo el doble de lo que se destina al gasto en inversión, ya que para el próximo año, el primero absorberá 33% del gasto programable y la inversión apenas 15.97%, de acuerdo con información del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).
Para el 2017, el presupuesto para los servicios personales que se refieren a las remuneraciones del personal al servicio de los entes públicos, tales como sueldos, salarios, dietas, honorarios, prestaciones, gastos de seguridad social, obligaciones laborales y otras prestaciones derivadas de una relación laboral será de 1 billón 164,676 millones de pesos -considerando las aportaciones federales-, monto que representa 3.57% más a lo aprobado en el 2016.
En contraste, al gasto en inversión que sirve para generar empleos, infraestructura en obra pública como carreteras, puentes, puertos, hospitales y el mantenimiento de los mismos se le presupuestaron 558,675 millones de pesos, monto que significa una reducción de 24.39%, si se compara con el Presupuesto de Egresos de la Federación que se aprobó para el 2016, año en que también se le hicieron recortes a este rubro.
El economista Jonathan Heath indició que lo único que se hizo en la SHCP fue cambiar de persona pero no de política económica. “Las metas siguen siendo las mismas, pero creo que vayamos a crecer ni a 2%, con Videgaray se vio una aceleración del gasto que no ayudó a crecer la economía ni a reducir la pobreza (…) Se les ha ido de la mano, tanto que Moody’s y S&P ya están amenazando con bajar la calificación”.
Reducir gastos
al mínimo
Si bien datos de la Subsecretaría de Egresos indican que desde el 2014 los servicios personales se han reducido -en el 2015 pasaron de 1.09 a 1.08 billones de pesos-, para diversos analistas cada año se registra un despilfarro de los recursos que se les destinan a la burocracia, ya sea en comidas, viajes, prestaciones sociales o hasta en los mismos servicios de copiado y de telefonía, que la mayoría de los trabajadores mexicanos no tienen.
“Si algo se le puede criticar a este presupuesto es justamente el que no se recorta donde se debe, como es el caso de los servicios personales, donde se despilfarran muchos recursos. Por ejemplo, el Senado de la República cada año se gasta alrededor de 1 millón de pesos en copias, siendo que ya se cuenta con diversos servicios digitales”, indicó Jorge Sánchez Tello, economista de la Fundación de Estudios Financieros. (Con información de El Economista)