El arrogante ‘Doctor Strange’
En Doctor Strange (2016) Hechicero supremo, el plan trazado por la compañía productora no deja espacio para nada más.
El Dr. Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) es un famoso neurocirujano, sus maravillosas manos han salvado la vida de millones, convirtiéndolo en una figura famosa y asediada al tiempo que se comporta de manera arrogante con el resto de la humanidad.
Sin embargo, un accidente de tráfico le provocará secuelas permanentes, además de obligarlo a dejar su profesión.
Confundido y desesperado por encontrar soluciones, Strange viajará a Asia para visitar un antiguo templo, donde El Antiguo (Tilda Swinton) le mostrará un nuevo mundo de posibilidades y dimensiones paralelas.
La historia de Doctor Strange sigue todos los puntos exigidos por Marvel cuando se trata de presentar un superhéroe nuevo y, en este caso, la presencia de la magia dentro de su universo cinematográfico. Es un rito de iniciación que hemos presenciado en un par de ocasiones, por eso los ecos de Iron Man o Capitán América son más que familiares.
Hay un esfuerzo por parte del director, Scott Derrickson (autor de la espeluznante Sinister), por capturar la psicodelia y los tonos místicos propios de un relato donde el protagonista encuentra la iluminación.
Hasta Pink Floyd suena en una de las secuencias, de manera algo atípica pero suena. El humor también apunta a risas influidas por alguna sustancia de procedencia ilegal.
Es, no obstante, el diseño arte el punto más fuerte de la película, lo único que hace diferente a la fórmula. Cada secuencia se desarrolla y desdobla como al interior de un caleidoscopio, capturando de manera bastante fiel la estética plasmada en el cómic.
Al final del día, Doctor Strange luce más como un apunte introductorio. Una oportunidad para los fanáticos de conocer un personaje más que, a futuro, promete tener un papel primordial en los sucesos de las próximas películas.
Nada más. La fórmula de Marvel vive de la promesa, quizás hoy no resulte tan divertida pero siempre habrá otra oportunidad de divertirte/cobrarte al entrar en un cine.
Doctor Strange: Hechicero supremo abrió en más de 3,200 pantallas nacionales y recaudó 87,380,746 pesos con 1,577,953 espectadores el fin de semana de su debut. (Con información de Forbes)