Economía mundial en punto crítico
El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, urgió a sus homólogos de las principales economías del mundo, que integran el G-20, a sacar a la economía mundial del “punto crítico” en que se halla, tal como estuvo hace ocho años.
A diferencia de lo que pasa cuando informan los políticos y los medios de la situación económica mexicana, lo mandatario chino fue muy claro y enfático en advertir la difícil situación.
Al inaugurar la XI Cumbre de Líderes del G-20, el anfitrión dijo que el reto es lograr una nueva senda del crecimiento económico mundial, una gobernanza más eficaz y un comercio incluyente e interconectado.
Debido a distintos factores, explicó Xi Jinping, la economía mundial, aunque sigue recuperándose, se enfrenta a diversos riesgos y retos como un crecimiento débil, una demanda baja, la volatilidad de los mercados financieros y un crecimiento bajo del comercio y la inversión internacional.
Aquí en México, en cambio, el presidente satura con publicidad engañosa radio, prensa, tv y redes sociales con sus llamadas “buenas noticias”.
“El G-20 reúne a las principales economías del mundo, la comunidad internacional tiene muchas expectativas y espera que esta cumbre sea un éxito. Yo espero que esta cumbre encuentre una solución tanto para los síntomas como las causas de los problemas económicos mundiales. Espero que se consiga un crecimiento económico fuerte, sostenible, incluyente y equilibrado”, dijo su presidente.
Es decir, que no esperan la “auto regulación” del mercado para los problemas emergentes sino que buscan de forma proactiva la solución a los problemas y sobre todo, atendiendo las causas de las fallas en la economía (lejos, muy lejos de las posturas del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y Peña Nieto en México)
Siempre que los líderes del G-20 actúen juntos, aseguró, podrán capear el temporal de la economía mundial y navegar hacia un futuro de crecimiento.
El G-20 debe ser un grupo de acción, no de debate, estableció.
“Este año hemos formulado planes de acción en muchos ámbitos: desarrollo sostenible, financiación de eficiencia energética, lucha contra la corrupción, y cada uno de esos planes debe llevarse a la práctica”, demandó.
Hace ocho años, en el punto álgido de la crisis financiera internacional, explicó, el G-20 actuó con un espíritu de unidad y solidaridad y ello permitió sacar “del precipicio a la economía mundial” y volverla a poner en “la senda del crecimiento y la recuperación.
“Hoy la economía mundial vuelve a estar en un punto crítico”, reconoció el mandatario chino.
Y agradeció a Turquía, país que le pasó la estafeta de la Presidencia del G-20, su trabajo realizado y los resultados obtenidos bajo el tema “actuación colectiva para un crecimiento incluyente y robusto”.
Turquía, amplió, consiguió avanzar en el tema de la inclusión y la inversión.
Desde la óptica del anfitrión de la cumbre mundial de comercio, el proteccionismo va en aumento y el régimen comercial multilateral está en una situación difícil.
“Pese a los avances que se han conseguido en la reforma financiera regulatoria, sigue existiendo el riesgo de burbujas”, alertó.
El G-20 es el foro más importante de cooperación económica y financiera, que reúne a las economías más avanzadas y emergentes del mundo.
En conjunto, los países que lo integran representan 86.1% del PIB mundial, 77.2% del comercio internacional y 64.4% de la población total del orbe.
En el G-20 participan Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, el Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
(Con información de El Economista)