Consolidan cooperación ruso-iraní a favor de Siria
Teherán y Moscú celebraron su cooperación respecto a la guerra en Siria, durante una visita de Vladimir Putin a la capital iraní que permitió también reforzar los vínculos económicos entre Rusia e Irán, dos países marginados por Estados Unidos.
«Gracias a nuestros esfuerzos conjuntos, así como a los esfuerzos de Turquía, la situación sobre el territorio [sirio] se desarrolla de forma muy positiva en materia de lucha contra el terrorismo», estimó el presidente ruso en un breve encuentro con la prensa.
El presidente Hasan Rohani calificó a Rusia de «país amigo» y de «socio estratégico de Irán» y consideró que «la cooperación» entre los dos países «tuvo un gran efecto en la lucha contra el terrorismo» en Siria.
Tras recibir a Putin, el guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, insistió en el hecho de que «todas las soluciones a la cuestión del poder en Siria proceden del interior de este país».
Durante la última visita del presidente ruso, en noviembre de 2015, Teherán y Moscú, principales aliados del gobierno de Damasco, ya sostuvieron que ninguna solución viable a la crisis siria podía venir del exterior.
Putin indicó que habían discutido sobre «el problema nuclear iraní» con Rohani, quien afirmó que el presidente ruso le garantizó su apoyo frente a las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de denunciar el acuerdo.
Dicho acuerdo, concluido en 2015 entre Irán y el Grupo de los Seis (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -China, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Rusia-, más Alemania), permitió retirar las sanciones económicas internacionales contra Teherán a cambio de garantías de que la República Islámica no se dotaría del arma atómica.
La visita de Putin también tuvo una importante carga económica, con una rápida cumbre con Rohani y el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, de los tres países ribereños del mar Caspio y productores de hidrocarburos.
Los tres jefes de Estado afirmaron su voluntad de intensificar su cooperación económica, sobre todo en el terreno de la energía.
Neutralizar las sanciones
Al margen de la visita, el gigante ruso de hidrocarburos Rosneft anunció que había firmado una «hoja de ruta» con la sociedad pública petrolera iraní Nioc de cara a proyectos de explotación común de yacimientos de petróleo y de gas en Irán por una «inversión total» de «hasta 30.000 millones de dólares».
Rusia e Irán, antagonistas durante mucho tiempo, han mejorado su relación con el final de la Guerra Fría. Desde hace algunos años, Moscú y Teherán se han acercado claramente, al calor de intereses geopolíticos comunes.
Cuando Irán estaba aislada internacionalmente, Rusia aceptó en los años 1990 retomar el contrato de construcción de la central de Bushehr, en el sur del país, abandonado por Alemania. La central entró en servicio en 2011.
Rusia e Irán son los principales apoyos extranjeros del gobierno de Siria y apadrinan junto a Turquía –que apoya a los rebeldes– negociaciones que se centran en los aspectos militares, humanitarios y técnicos para poner fin al conflicto.
La última visita de Putin a Teherán, en noviembre de 2015, reflejó la total sintonía entre Rusia e Irán sobre la guerra en Siria.
La visita del presidente ruso se produjo un día después de que el Tesoro de Estados Unidos anunciara nuevas directivas para aplicar una ley promulgada en agosto por Trump y que instituye nuevas sanciones contra Rusia y Teherán. En ese texto legislativo estos dos países son calificados como «adversarios de Estados Unidos».
El guía supremo iraní consideró que la cooperación entre Moscú y Teherán era «útil para luchar contra las sanciones estadounidenses» y consideró que Irán y Rusia podían «neutralizar» estas sanciones «especialmente remplazando el dólar por [sus] monedas nacionales en [sus] intercambios económicos».
Según una fuente oficial iraní, Putin, Rohani y Aliyev trataron de un proyecto de construcción de un tramo de ferrocarril de unos 170 km entre Irán y Azerbaiyán.
(Con información de AFP)