‘Campos de concentración’ para homosexuales en Chechenia
La homofobia es generalizada en Chechenia. Sin embargo, en las últimas semanas han surgido informes de una «purga» de homosexuales en esa república del Cáucaso, parte de la Federación Rusa.
Dichos informes denuncian redadas y detenciones en prisiones secretas que algunos definen como «campos de concentración para homosexuales» donde personas gay -o simplemente percibidas como gay- son golpeadas, torturadas, en unos casos hasta muertas y desaparecidas.
El gobierno checheno negó los reportes tildándolos de «mentiras», asegurando que en esa república no existen homosexuales.
La noticia fue inicialmente reportada por la periodista Elena Milashina del diario de oposición ruso Novaya Gazeta.
«Conocemos de cuatro prisiones secretas. Dos se encuentran en Grozny, la capital chechena, y hay una en Argún -que fue la primera que identificamos- donde tenían detenidas a personas LGBT, donde las golpeaban, torturaban y asesinaban», le dijo Milashina al programa Victoria Derbyshire de la BBC.
Según la periodista hay una campaña en la que más de 100 hombres gay han sido arrestados por las autoridades. De algunos de ellos no se tiene noticia y no se sabe si es que están escondidos, presos o muertos.
Milashina señaló que empezaron a investigar hace unas cuatro semanas pero que tuvieron dificultades por la represión del gobierno en Chechenia y porque la comunidad LGBT de ese país es muy hermética para protegerse de las autoridades.
Emboscada
Ahora, sin embargo, el testimonio a un diario británico de unas de las víctimas reafirma las denuncias.
«Adam (un nombre ficticio para proteger su identidad) describió al diario The Guardian como había sido citado por un conocido a un lugar de reunión.
Era una emboscada. Había seis personas esperándolo, algunos en uniforme, gritándole que sabían que era gay. Lo metieron en una furgoneta y se lo llevaron a un centro de detención donde había otros hombres encerrados.
Los informes dicen que había hasta 30 detenidos en una celda, durmiendo sobre el piso de concreto.
«Diferentes personas entraban y tomaban turnos golpeándonos. Algunas veces traían a otros reclusos a quienes les decían que éramos gay y les ordenaban que nos dieran una paliza», le dijo Adam a The Guardian.
«Nos llamaban animales, inhumanos, nos decían que íbamos a morir allí».
«Matanzas de honor»
Tras varios días, Adam y otros de los hombres fueron liberados pero puestos en manos de sus familias a quienes les anunciaron: «Su hijo es un maricón. Hagan lo que tienen que hacer con él»,
La situación resultó casi igual de difícil pues, como contó Adam al diario, él no le había revelado a sus padres que era gay.
La profundamente tradicional sociedad chechena está basada en fuertes códigos familiares, lealtad a clanes y a la religión islámica. Tener un pariente gay es una mancha que se extiende a toda la familia.
Svetalana Zakharova, de la Red LGBT de Rusia, una organización de apoyo que abrió una línea telefónica para ayudar a las víctimas, dijo a la BBC que los detenidos son devueltos a sus familias en espera de que ellas mismas los maten.
«Las matanzas de honor en Chechenia son reales», aseguró la activista. «Aunque los detenidos hayan logrado escapar, todavía tienen mucho miedo, todavía temen por sus vidas».
Esos temores no son en vano, el mismo gobierno checheno no sólo reprime toda actividad gay sino que fomenta la violencia familiar contra sus propios hijos para que puedan purgar su vergüenza.
Sociedad homofóbica
La sociedad chechena, de mayoría musulmana, es extremadamente conservadora y muy homofóbica.
Vigilantes que afirman estar haciendo cumplir con los principios islámicos, durante mucho tiempo han hostigado a los homosexuales en el Cáucaso Norte de Rusia.
Tras dos violentos conflictos separatistas en las últimas décadas, Chechenia está ahora bajo el mando de Ramzan Kadyrov, un líder autoritario que tiene su propia milicia privada y que es intensamente leal al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El portavoz de Kadyrov, Alvi Karimov, negó en un comunicado los reportes de las detenciones llamándolos «mentiras» y asegurando de los homosexuales «simplemente no existen en la república».
«Si tales personas existiesen en Chechenia, la ley no tendría que preocuparse por ellas ya que sus parientes lo habrían enviado a un lugar de donde nunca regresarían», leyó el comunicado.
Temiendo lo peor de su familia, Adam logró abandonar el país pero aún así, no se siente seguro.
«Ellos puede seguir siendo perseguidos, aún por fuera de Chechenia», advirtió Svetlana Zakharova.
La misma periodista de Novaya Gazeta, que hizo el reportaje original tuvo que huir de Moscú y habló con la BBC desde un lugar oculto.
Elena Milashina dijo que, tras el reportaje, más de 15.000 religiosos y altos miembros de la sociedad chechena se congregaron en la mezquita más grande de Grozny para anunciar una yihad, o guerra santa, contra ella y los periodistas del diario.
«Anunciaron que las personas y el diario que reportaron sobre este asunto habían dañado el honor de la nación y que deberían ser ajusticiados», indicó Milashina.
¨No está confirmado»
A pesar de apelar a las autoridades centrales en Rusia, estas no han tomado acción alguna, dicen los defensores de los derechos de los homosexuales.
Un portavoz del presidente Putin declaró que no tenía información sobre las acusaciones hechas por el diario o los activistas pero aconsejó a aquellos con quejas que contactaran a las autoridades.
Sin embargo, el gobierno de Putin ya es conocido por su hostilidad hacia la comunidad LGBT. Desde 2013, mantiene una ley «contra propaganda gay» que restringe severamente las expresiones públicas de esa comunidad.
El programa Victoria Derbyshire de la BBC se comunicó con Kheda Saratova, miembro del Consejo de Derechos Humanos de Chechenia, un ente oficial que asesora al gobierno.
Después de que salieron los primeros informes ella aseguró que había visitado personalmente uno de los supuestos campamentos pero que no encontró nada.
«Fuimos allá y conversamos con la gente alrededor. Intentamos encontrar más información sobre el sitio pero no logramos conseguir nada. Así que no está confirmado», declaró la funcionaria.
Sin embargo, reconoció haber quedado sorprendida cuando escuchó sobre los cientos de personas gay que estaban detenidas y que tres habían sido asesinadas.
Pero para abordar las denuncias indicó que «necesito recibir una solicitud con los hechos de parte de la persona aquejada».
Dado el caso prometió ayudar a cualquier persona. «Cualquier ser humano que me aborde. No le voy a preguntar sobre su orientación, haré todo lo que pueda para ayudar a esa persona».
Gobiernos extranjeros y grupos defensores de los derechos humanos han expresado sus preocupaciones sobre los abusos reportados, exigiéndole a las autoridades en Rusia y Chechenia que les pongan un alto.
La Unión Europea, el Departamento de Estado de EE.UU., y las organizaciones Human Rights Watch y Amnistía Internacional están entre los que se han quejado.
(Con información de BBC)