Bots, la inminente revolución tecnológica
Es Alec Jones, el niño de 14 años que lidera la revolución tecnológica del futuro de Facebook: los bots.
Ha pasado casi un año desde que Satya Nadella, el presidente ejecutivo de Microsoft, proclamó que «los bots son las nuevas apps».
Sin embargo, a pesar de que prometían ser toda una revolución en la manera en que interactuamos con los servicios y las empresas en internet, el progreso de estos programas diseñados para interactuar con los usuarios, ha sido decepcionante.
La gran mayoría de ellos resultaron efectistas, inútiles o simplemente defectuosos.
Pero esta semana mi optimismo renació de la mano de Alec Jones, un niño de 14 años de Victoria, Canadá.
Durante los últimos seis meses, Alec ha estado trabajando en Christopher Bot, un chatbot que ayuda a los estudiantes a hacer un seguimiento de sus tareas semanales.
Para configurarlo, tan sólo deben compartir su horario escolar con el bot y éste les enviará a los alumnos un mensaje al final de cada lección para preguntarles si les mandaron deberes para hacer.
«¿Tienes tareas escolares de matemáticas?», me preguntó el bot, mientras, a mis 30 años, pretendía fingir ser un niño para comprobar el funcionamiento de la máquina.
«¡Sí»», le contesté.
«Tu profesor necesita relajarse un poco a la hora de asignarte deberes», respondió, antes de preguntarme: «¿Qué tarea te mandó?»
«Más álgebra :-(»
«Ok, entendido».
A través de este sistema, pude incluir fácilmente «álgebra» en un calendario semanal al que más tarde pude acceder en cualquier momento para comprobar qué me faltaba por hacer.
Una vez que completé la tarea, se lo dijo a Christopher Bot, y la máquina me felicitó, eliminando automáticamente esos ejercicios de la lista de cosas que tenía por hacer. ¿Lo mejor? Que durante la época de vacaciones, el bot no molesta.
La promesa de los chatbot
Lo que me impresiona tanto sobre esta tecnología es que, de todos los experimentos que he observado, esta es la primera vez que un chatbot fue, verdaderamente, la mejor manera de solucionar un problema.
Otros chatbot son copias en pequeña escala de otros sistemas.
El chatbot de CNN, por ejemplo, es peor que cualquier otro producto de la cadena a la hora de darte las noticias.
Y el popular bot sobre información climática Poncho, aunque es tierno y lo promocionaron muy bien, tiene el hábito de decir que va a llover cinco minutos después de que las gotas de agua hayan comenzado a golpearte en la cabeza.
Pero Christopher Bot muestra el potencial de producir un servicio que funciona completamente desde casa con chat, eliminando la necesidad de que los estudiantes tengan que contar con alguna herramienta adicional para gestionar las tareas que están haciendo e interactuar de una manera que disminuye (ligeramente) la inevitable faena de hacer la tarea.
«No quería que sonara sólo como un robot», me dijo Alec.
«Quería que ‘hablara’ como lo harían mis amigos. Si tienes deberes, todos agitan la cabeza y dicen: ‘vaya lata'».
Y su bot funciona dentro de una aplicación (Facebook Messenger) que sus amigos ya usan (aunque tal vez Snapchat llegue a ser más útil un día).
En resumen, este es un producto que a aquellas compañías que apuestan por los chatbots probablemente les gustaría imitar.