Ataque en Rusia deja siete víctimas acuchilladas
Un hombre armado con un cuchillo apuñaló este sábado a siete personas en la calle en la ciudad rusa de Surgut (norte), antes de ser abatido a tiros por la policía, que no privilegia la pista «terrorista», informaron este sábado las autoridades.
Apenas el viernes, en Finlandia una persona acuchilló a ocho personas, dos de las cuales fallecieron por las graves heridas.
El caso ruso
El agresor «llevó a cabo sus ataques contra peatones, hiriéndolos con arma blanca», mientras se desplazaba por «calles céntricas de la ciudad» alrededor de las 11H20 locales (06H20 GMT), indicó el Comité de Investigación de Rusia, órgano que indaga sobre delitos graves.
Luego la policía llegó al lugar, hizo uso de sus armas y «liquidó» al atacante, según la misma fuente, que cifró en siete los heridos, cuando inicialmente informó de que eran ocho.
La rama de la policía local de Surgut -ciudad de 330.000 habitantes que se encuentra unos 2.100 kilómetros al noreste de Moscú, en la región petrolera de Janti-Mansi- anunció que no privilegia la pista «terrorista».
«La versión según la cual el ataque sería un atentado terrorista no es nuestra [versión] principal», declaró la policía local a la agencia de prensa rusa Interfax, y añadió que había identificado al asaltante y que examinaba posibles antecedentes psiquiátricos.
De los heridos, dos se encuentran en situación grave y los demás están estables, dijo en un comunicado el gobierno de Janti-Mansi.
El ejecutivo recordó que, «por el bien de la tranquilidad pública y de la investigación, se recomienda a los ciudadanos y a los medios usar información fiable […] hasta que se establezcan todas las circunstancias» sobre los hechos.
Las imágenes divulgadas por los sitios de información y las cadenas rusas muestran el cuerpo del agresor bajo una sábana blanca, mientras un perro policía inspecciona el cadáver.
Este ataque se produce un día después de que en Finlandia un hombre matara a puñaladas a dos personas e hiriera a otras ocho, el viernes en la ciudad de Turku (sudoeste).
Para Finlandia sí es terrorismo
La policía investiga el apuñalamiento que dejó dos muertos el viernes en la ciudad finlandesa de Turku como un ataque terrorista e identificó este sábado a su presunto autor, un ciudadano marroquí de 18 años.
Inicialmente «el acto fue investigado como asesinato, pero durante la noche recibimos información adicional que indica que se trata […] de ataques terroristas», dijo la policía en un comunicado.
El sospechoso es un «ciudadano marroquí de 18 años», añadió.
La policía lo detuvo el viernes en una plaza del centro de Turku, en el suroeste del país, tras herirlo de bala en una pierna.
Según precisaron las autoridades el sábado, se trata de un solicitante de asilo que apuntó particularmente contra las mujeres.
«Creemos que el atacante apuntaba especialmente contra las mujeres, y que los hombres resultaron heridos tras haber acudido en defensa de la mujer», explicó a los periodistas la superintendente Christa Granroth, de la Oficina Nacional de Investigación de Finlandia.
Una de las víctimas mortales falleció en el lugar del ataque y la otra, en el hospital.
El balance de heridos en el ataque pasó de seis a ocho personas: un italiano, un sueco, un británico y cinco finlandeses, indicó la policía.
Las fuerzas de seguridad habían anunciado poco antes este sábado el arresto de cinco personas en una operación durante la madrugada en un apartamento de Turku, en el marco de la investigación sobre la agresión de la víspera.
«Hubo una operación y ahora tenemos seis sospechosos en detención, el principal y otros cinco», dijo a la AFP el comisario Markus Laine, de la Oficina Nacional de Investigaciones.
«Investigamos el papel de esas otras cinco personas, pero aún no estamos seguros de si tienen un vínculo» con el ataque, explicó. «Vamos a interrogarlas y después podremos decir más […]. Pero estuvieron en contacto con el sospechoso principal», añadió Laine.
La agresión ocurrió el viernes en el centro de la ciudad portuaria, justo después de las 16H00 (13H00 GMT), en un barrio muy frecuentado.
«Una joven ha gritado mucho en una esquina de la plaza. Hemos visto a un hombre (…) que agitaba el cuchillo que tenía en la mano», contó a la televisión pública YLE un testigo que no quiso dar su nombre.
Banderas a media asta
El principal sospechoso está actualmente hospitalizado debido a su herida en la pierna y la policía, que todavía ignora sus motivaciones, aún no ha podido interrogarlo.
La policía, que dijo colaborar con el servicio nacional de inmigración y autoridades internacionales en su investigación, se incautó de una furgoneta Fiat Ducato supuestamente vinculada al ataque del viernes.
A raíz de la agresión, las autoridades incrementaron la seguridad en los aeropuertos y en las estaciones de tren y se aumentó el número de patrullas en las calles.
En junio, los servicios de seguridad finlandeses (SUPO) habían subido un escalón el nivel de riesgo de atentados en el país, tras identificar una actividad del grupo Estado Islámico que podría ir dirigida contra Finlandia.
El riesgo, hasta entonces considerado «débil», pasó a ser «elevado», el segundo nivel de una escala de cuatro.
La agencia de seguridad afirmó entonces que vigilaba a unos 350 individuos, un incremento del 80% desde 2012.
De momento, se desconoce si el ataque de Turku está relacionado con los círculos yihadistas.
«Si está vinculado [al yihadismo], es más o menos una continuación de los ataques ocurridos en Europa», declaró Leena Malkki, investigadora en terrorismo de la Universidad de Helsinki, a YLE.
Los principales sospechosos del doble atentado que dejó 14 muertos y más de 100 heridos el jueves y el viernes en las ciudades españolas de Barcelona y Cambrils también eran marroquíes, pero Malkki dijo que no había ningún motivo para pensar que existiera un vínculo entre lo ocurrido allí y en Turku.
«Muchos países europeos hablan de la radicalización de los jóvenes marroquíes», añadió.
El ministerio del Interior ordenó este sábado poner las banderas a media asta en todo el país en honor a las víctimas.
La víspera, el presidente finlandés, Sauli Niinistö, asistió por la noche a una vigilia celebrada en la catedral de Turku en memoria de los fallecidos.
«Hay que mantener la calma, el odio no es la respuesta a la ira», tuiteó por su parte el primer ministro, Juha Sipilä.
(Con información de AFP)