Ambición de Grace Mugabe hundió al dictador de Zimbabue
La caída del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, fue el resultado de las ambiciones de Grace, su mujer, cuya emergencia como posible sucesora fue para el ejército la gota que hizo colmar el vaso.
Grace Mugabe, 41 años más joven que su marido, estuvo considerada durante años una adicta a las compras.
Pero poco a poco tomó cada vez más protagonismo en la vida pública y se convirtió en favorita para suceder a su marido, sobre todo desde que Mugabe echara la semana pasada a su principal rival, el vicepresidente Emmerson Mnangagwa.
Decididos a evitar que Grace, de 52 años, fuera nombrada nueva vicepresidenta del país, los militares decidieron el miércoles tomar el control y poner fin al régimen.
«La crisis fue provocada por Grace porque quería tomar el poder», explica a la AFP Shadrack Gutto, director del Centre for African Renaissance Studies de la universidad de Sudáfrica.
«Fue más allá de sus posibilidades. Hizo mucho para acelerar la salida de su marido del poder. Los militares decidieron que ya basta», explica.
Las ambiciones políticas de Grace tenían el apoyo del llamado G-40, un grupo con reputación violenta. Esta facción, que incluye a algunos ministros, ha sido el principal objetivo de los militares desde que anunciaron en la televisión oficial a primera hora del miércoles que llevarían ante la justicia a los «criminales» cercanos a Mugabe.
«Tenían que actuar»
«El ejército de Zimbabue cree que tiene derecho a tener un presidente que le guste», asegura a la AFP Knox Chitiyo, del think-tank Chatham House. «Tenían que actuar antes de que Grace fuera nombrada vicepresidenta en el congreso del ZANU-PF [el partido de Mugabe] el mes que viene», explica.
Grace, nacida en Sudáfrica, era una de las secretarias de Mugabe cuando en 1987 empezó su historia de amor. Tuvieron dos hijos en secreto hasta la muerte en 1992 de la entonces esposa de Mugabe.
En 1996 celebraron una boda fastuosa, con Nelson Mandela como invitado, y luego tuvieron un tercer hijo.
Grace obtuvo un doctorado de la universidad de Zimbabwe, dirigida por su marido, según parece sólo tres meses después de su inscripción. Y en 2014 se convirtió en la líder de la sección femenina del partido ZANU-PF.
Ha sido acusada en numerosas ocasiones de gastos extravagantes en ropa de lujo y en viajes alrededor del mundo, además de su presunta implicación en transacciones inmobiliarias corruptas.
«Gucci Grace»
Apodada por sus detractores «Gucci Grace» o «La primera compradora», la esposa de Mugabe mostró sus dotes políticas en 2014 con una campaña contra la entonces vicepresidenta, Joice Mujuru, una aspirante a suceder a su marido.
Grace lanzó duros ataques contra Mujuru, acusándola de conspirar para derrocar al presidente. Poco después, Mujuru fue expulsada del ZANU-PF.
El estilo agresivo y poco cercano a la gente de Grace no le han dado popularidad en su país, a pesar de que sus partidarios han intentado darle apodos afectuosos como «Dr Amai» («Doctora Madre»)» o «Reina de reinas».
En sus discursos siempre clama contra los que acusan de deslealtad al presidente y su conocido mal humor saltó a las portadas en agosto, cuando presuntamente atacó a una modelo que estaba con sus dos hijos en un hotel de Sudáfrica.
Sin embargo, aseguró en un programa de televisión sudafricano que no le preocupa lo que piensen de ella. «Tengo la piel dura, ni siquiera me importa», explicó.
Con el deterioro constante de la salud de Mugabe, de 93 años, Grace podría verse abocada ahora al exilio o a negociar una salida del país junto a su familia.
(Con información de AFP)