Sirios, víctimas sin fin de la atrocidad mundial

No veo a Facebook o twitter o ninguna otra red social, tan solidaria con la muerte de algunos franceses, asumir una postura similar respecto a los crímenes que cometen en Alepo contra la población civil siria,

Rebeldes y civiles sirios, atenazados por el hambre y en medio de un frío glacial, esperaban el sábado la reanudación de las evacuaciones en el último reducto rebelde de Alepo, mientras la Cruz Roja llamaba a los beligerantes a alcanzar un acuerdo para «salvar miles de vidas».

Occidente “se horroriza” ahora del infiermo que entre todos han creado: Las tropas de Bashar al Asad luchan contra unos mil grupos rebeldes que se calcula contaban con 100 mil combatientes. Algunos, de claro corte islamista y con vínculos con al Qaeda.

En escena, desde principios de 2014, entró el autodenominado Estado Islámico, enfrentado tanto al gobierno como a los rebeldes, sean yihadistas o moderados.

Luego están Estados Unidos y sus aliados occidentales -incluido Francia-, y además, más o menos implicados: Irán, Turquía y varios países del Golfo.

A fines de septiembre de 2015 Rusia inició una campaña de bombardeos, según el Kremlin, contra posiciones del Estado Islámico.

Con la caída de Alepo, la muerte y la destrucción adquieren un sentido ultra real que ninguna de las partes busca resolver sino a quién culpar.

Cuestión humanitaria

El reinicio de las evacuaciones sigue siendo incierta. Podrían reanudarse el domingo, según un responsable rebelde, aunque el régimen, que las suspendió el viernes, no lo ha confirmado.

En tanto, miles de personas llegadas de toda Turquía se manifestaron el sábado cerca de la frontera siria contra el asedio de la parte este de la ciudad siria de Alepo, privada de la entrega de ayuda humanitaria.

Según el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, quedan unos 40 mil civiles en la reducida zona que todavía controlan los insurgentes en Alepo así como entre 1 mil 500 y 5 mil combatientes con sus familias.

Una vez terminada la operación de evacuación, el régimen podrá proclamar el control total de la ciudad, lo que supondría su mayor victoria desde el inicio del conflicto en 2011.

En el barrio de Al Amiriyá, todavía parcialmente en manos de los rebeldes, miles de personas, incluidos niños, pasaron la gélida noche, con temperaturas de -6ºC, esperando en medio de las ruinas de los edificios, constató el sábado un corresponsal de la AFP.

Sin agua ni apenas alimentos, los habitantes sobreviven comiendo dátiles.

Tras haber esperado su turno para ser evacuado durante nueve horas el viernes, Abu Omar volvió el sábado para enterarse de que tampoco ese día habría salidas.

«Estoy cansado de tener que cargar mis cosas y volver cada día en vano», se quejaba este hombre, cuyos cuatro hijos están enfermos por culpa del frío. «No hay comida ni agua potable, y la situación empeora cada día».

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que supervisa las operaciones de evacuación, se mostraba alarmado: «No podemos abandonar a estos miles de personas, especialmente a las mujeres, niños, enfermos y heridos, que siguen prisioneros en el este de Alepo».

¿Reanudación el domingo?

El Ejército sirio suspendió el viernes el dispositivo tras asegurar que los rebeldes «no respetaban las condiciones del acuerdo». Una fuente militar afirmó que «los rebeldes abrieron fuego, quisieron llevarse armas no incluidas en el acuerdo y partir con rehenes».

Según el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, la suspensión también se debe al bloqueo por parte de los rebeldes de la evacuación de los heridos de los pueblos chiíes prorrégimen de Fua y Kefraya, en la vecina provincia de Idleb (noroeste), asediados por los insurgentes.

Los rebeldes siempre han querido vincular el destino de estas dos localidades al de Zabadani y Madaya, dos ciudades sitiadas por el régimen en la provincia de Damasco. También tendrían que llevarse a cabo evacuaciones en estas ciudades, añadió el responsable del OSDH.

Un jefe rebelde del grupo islamista Ahrar al Sham, responsable de las negociaciones, Al Faruk Abu Bakr, confirmó por su parte a la AFP que se había alcanzado un acuerdo.

Por otro lado, los jefes de la diplomacia rusa, turca e iraní mantuvieron el sábado conversaciones telefónicas, según el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores. Los tres cancilleres se pusieron de acuerdo para adelantar al próximo martes la reunión tripartita sobre Siria, inicialmente prevista para el 27 de diciembre.

Obama denuncia el ‘horror’

Después de años de bombardeos y de un brutal asedio de más de cuatro meses, el ejército sirio lanzó a mediados de noviembre una gran ofensiva que le permitió recuperar el control de más del 90% de los barrios de Alepo en manos de los rebeldes desde 2012.

Desde el jueves, al menos 500 heridos pudieron salir de Alepo, según Ahmad al Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación.

Pero el viernes un grupo de milicianos chiitas progubernamentales obligó a dar media vuelta a un convoy con más de 800 personas evacuadas. Según los rebeldes, el grupo abrió fuego.

En Washington, ante la prensa, el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó el viernes que «el mundo está unido en el horror ante el salvaje asalto del régimen sirio y sus aliados rusos e iraníes a la ciudad de Alepo».

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