Nuevo contrato social de género contra desigualdades
Imparten el curso “Derechos Humanos de las Mujeres”, en el último día de la Semana Naranja, organizada por el SESESP
Villahermosa, Tabasco. La construcción de género, entendida como la que determina que los roles se asuman como parte de las identidades, “no nada más impacta a las mujeres, también afecta a los hombres”, señaló la especialista Aurea Minerva Moraga Alejo, instructora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Al disertar la conferencia sobre “Derechos Humanos de las Mujeres”, en el marco del último día de actividades de la Semana Naranja, organizada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), Moraga Alejo insistió en la urgencia de construir un nuevo paradigma civilizatorio basado en la igualdad, el respeto y la tolerancia.
Alertó que aún con las posturas de poder y privilegios que se les han concedido culturalmente, los hombres asumen roles que muchas veces son mejor desempeñados por la mujer, lo cual provoca situaciones que conllevan a sentimientos de frustración, resentimiento y menosprecio, que finalmente conducen a la violencia.
De manera particular, la experta en derechos humanos sugirió a los varones poner en práctica valores de solidaridad que les permitan ser empáticos con los planteamientos de igualdad y no discriminación de las mujeres, y a partir de ello, construir nuevas formas de relacionamiento y/o convivencia.
En el ejercicio de reflexión y análisis convocado por la Unidad de Género del SESESP, Aurea Moraga que avanzar hacia un nuevo paradigma civilizatorio implica transformar el actual orden social marcado por la dominación del hombre, en un nuevo contrato social de género en el que la democracia genérica está presente.
“Es decir, no basta con que unas mujeres tengan acceso a bienes y oportunidades; se trata de trastocar el orden político de dominación de género de los hombres y de desmontar las desigualdades; para nadie es un secreto que a como está construido el actual orden civilizatorio, hay desigualdades que son origen de violencias tan graves como el feminicidio”, aseveró.
La instructora de la CNDH sostuvo que romper esos paradigmas conlleva plantear otro esquema de convivencia basado en condiciones de igualdad y solidaridad entre hombres y mujeres, y exige erradicar todas las formas de discriminación y violencia.
“Requerimos –insistió– construir sociedades de respeto en las que todas las personas, independientemente de sus características identitarias, puedan acceder a satisfactores de necesidades básicas y estructurales, a los derechos humanos, a las libertades”.
“Perspectiva de Género”
En el curso impartido a través de la plataforma de comunicación remota Zoom, la ponente sentenció que la situación de vulnerabilidad que se da como resultado de la construcción de género, no sólo coloca en desventaja a quien la padece al trastocar sus derechos y libertades, sino que también viola los derechos de las clases más desprotegidas.
Valoró por ello el interés que anteponen las instituciones para integrar a la agenda pública el tema de la perspectiva de género, ya que ello, abundó, ofrece una mirada analítica para cambiar cómo es que las sociedades construyen las reglas, los valores, las prácticas, los procesos, las subjetividades que nos regulan y que regulan las relaciones específicamente entre hombres y mujeres.
“Mediante esta mirada vamos a comprender cuáles son los procesos que convierten las diferencias biológicas en desigualdades sociales; desnaturalizar las justificaciones sobre la desigualdad entre hombres y mujeres basadas en las diferencias; analizar que el género no alude exclusivamente a la mujer, sino a la relación entre los sexos; y que la construcción de género afecta tanto a mujeres como a hombres”, puntualizó.
Moraga Alejo describió la forma en que instituciones como la familia, la escuela, el Estado, la iglesia y los medios de comunicación, al enseñar, transmitir, promover e imponer valores, creencias y roles, y reproducir los modelos de feminidad y masculinidad, inciden en que las mujeres ocupen un lugar de desventaja con respecto a los varones.
(Con información de Diario Contra Poder en Chiapas)
