¿Atentado o trama oficialista en Venezuela?
La Fuerza Armada venezolana fue puesta en alerta por el presidente Nicolás Maduro, tras denunciar un presunto «ataque terrorista» con granadas desde un helicóptero como parte de un supuesto plan de golpe de Estado, en una nueva escalada de la violencia que ya deja 76 muertos en casi tres meses de protestas opositoras.
El martes circularon videos y fotos en redes sociales que muestran un helicóptero de la policía científica (CICPC) sobrevolando edificios de Caracas.
A lo lejos se escuchan detonaciones, aunque no se alcanza a ver si desde la aeronave -según el gobierno un Airbus Bolkow modelo 105- son lanzados artefactos explosivos o si se efectúan disparos.
«Estoy temblando», exclama una mujer mientras se graba uno de los videos.
También fueron difundidas fotos de la nave con un cartel que decía «350 Libertad», en referencia a un artículo constitucional invocado por la oposición para desconocer al gobierno de Maduro.
Además, en las fotografías se observa a dos tripulantes, uno a quien el gobierno identifica como el piloto, vestido con camuflaje militar, y otro con una capucha.
La prensa local divulgó igualmente un video del piloto, quien según el Ejecutivo se llama Óscar Pérez, robó el aparato y es inspector aeronáutico del CICPC.
«Somos una coalición entre funcionarios militares, policiales y civiles (…) en contra de este gobierno transitorio y criminal», dice el hombre, a quien se lo ve acompañado de cuatro encapuchados vestidos de negro, dos de ellos portando armas largas.
El hombre le exige a Maduro que renuncie a la presidencia y dé paso a unas elecciones generales.
¿Escalada golpista?
Según el gobierno, desde el helicóptero también se hicieron unos 15 disparos contra la sede del ministerio de Interior, en el centro de Caracas, sin que se informara de víctimas.
Maduro denunció el hecho como un «ataque terrorista» y dijo que forma parte de una «escalada golpista», enmarcada en la «ofensiva insurreccional de factores extremistas de la derecha», como se refiere a la oposición.
«La Fuerza Armada toda la he activado para defender la tranquilidad. Más temprano que tarde vamos a capturar el helicóptero y a los que han realizado este ataque terrorista», señaló el gobernante.
El estamento militar, al que Maduro confirió gran poder político y económico, le ha jurado «lealtad incondicional».
Horas antes del incidente, el mandatario advirtió que «si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate (…) y lo que no se pudo con los votos, lo tomaríamos con las armas».
La denuncia presidencial elevó aún más la tensión en Venezuela por las protestas opositoras contra Maduro, que dejan 76 muertos desde el pasado 1 de abril y exigen comicios generales y que el mandatario deponga su convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Asimismo, despertó preocupación en gobiernos como el de Francia, cuya cancillería pidió en un comunicado el «cese inmediato de las acciones violentas» para evitar que la situación siga «deteriorándose».
París dijo que con sus socios europeos sigue buscado la «rápida aplicación de una mediación regional creíble y constructiva que cuente con la confianza del gobierno y la oposición».
Aliado de Caracas, el gobierno ecuatoriano condenó por su parte el «ataque armado» y expresó rechazo a los «intentos desestabilizadores».
Maduro sostuvo que el piloto del helicóptero trabajó para su exministro de Interior y Justicia Miguel Rodríguez Torres, general retirado que se ha distanciado del gobierno y a quien el presidente vincula con el supuesto complot.
El martes, antes de la denuncia del helicóptero, Rodríguez Torres, que fue jefe de inteligencia del expresidente Hugo Chávez (1999-2013), calificó de «sandeces» las acusaciones de Maduro, quien lo denunció de ser un agente al servicio de la agencia estadounidense de inteligencia (CIA) y de propiciar una intervención militar de Estados Unidos.
«Los militares retirados no dan golpes», alegó Rodríguez Torres al rechazar las acusaciones de Maduro en una rueda de prensa.
¿Trama oficialista?
La declaración sobre la defensa armada de la revolución fue condenada por los opositores, a quienes el presidente exigió condenar el «ataque terrorista» realizado por el helicóptero.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) examinará la denuncia este miércoles, sin descartar que todo pueda tratarse de una trama del gobierno.
«Vamos a analizar todo lo que pasó (…). Hay gente que dice que es un peine (trampa), hay gente que dice que es una cuestión real, hay gente que dice que son efectivos policiales que realmente están hartos. Sea lo que sea es gravísimo. Todo apunta al mismo lugar: la situación es insostenible en Venezuela», dijo este miércoles a la prensa Julio Borges, presidente del Parlamento de mayoría opositora.
Borges denunció el martes un asedio de militantes chavistas contra el Legislativo, lo que obligó a varios diputados a permanecer hasta tarde en el hemiciclo.
Anteriormente se había producido una refriega entre militares y legisladores, que exigieron a los uniformados poder revisar unas cajas que ingresaron a la cámara con supuestos documentos electorales.
(Con información de AFP)