El reto de los taxistas para la sociedad quintanarroense
Azuzados por el tricolor o por la costumbre bajo los regímenes priistas, los taxistas sindicalizados optaron por lanzarse en contra de la consulta que pone a consideración de la sociedad la participación de tecno-empresas del transporte como Uber y Cabify en Quintana Roo.
El 1 de julio de este año, los ciudadanos podrán ejercer su derecho al voto y además, podrán también emitir su opinión sobre la apertura del mercado del transporte público a empresas que utilizan aplicaciones vía internet.
La oposición es tan absurda como cuando se inició el servicio por telefonía convencional, a través de los radio taxis. Es exactamente lo mismo el progreso implica el uso de las nuevas tecnologías disponibles para beneficio de todos.
Pero el problema no está allí, los taxistas que cuentan con flotillas de decenas de unidades gracias a la corrupción, lo que pretenden es conservar el monopolio del servicio que les ha permitido enriquecerse.
Para nada les importa el pésimo servicio, las malas condiciones de muchísimas de las unidades, la mala capacitación de los operadores de taxis y además, temen perder influencia política y los beneficios que les ha dejado.
Lo que no entienden es que la sociedad quintanarroense es de avanzada, progresista, y busca tener los mejores servicios a un precio justo y no pagar por una deplorable atención por parte de los taxis tradicionales.
Pero no todo está decidido, tienen dos meses, no para hacer campañas mediáticas contra el gobierno o la consulta, sino para mejorar en todos los aspectos para que la ciudadanía vea el cambio y emita una opinión favorable a ustedes.
Ya dije.