Desarrollo sustentable y diversificación en Quintana Roo
Con el auge de alguna área económica, sea agrícola, ganadera, pesquera, minera, industrial, servicios, turismo… suele producirse una hipertrofia de dicha especialidad y una distrofia del resto de los sectores productivos.
Así como el petróleo constituyó un hiperfactor en varios estados, el turismo lo ha sido en Quintana Roo, lo que ha impulsado su crecimiento en todos sentidos.
El turismo trajo consigo el desarrollo hotelero, el crecimiento aeroportuario, y puertos para la navegación turística (cruceros, ferrys y lanchas), pero dejó fuera, por ejemplo, el crecimiento del sector pesquero.
Se ha hecho depender casi toda actividad económica del turismo y hasta el propio gobierno depende de la llegada de visitantes y la consecuente ocupación hotelera.
Sin embargo, no existen prácticamente la cría de ganado ni los cultivos a gran escala, salvo la caña de azúcar.
Se han impulsado diversas iniciativas para el despegue industrial en el sur de la entidad, pero han quedado en buenos propósitos.
Los intentos por diversificar la economía del estado han fracasado por diversos motivos. Lo mismo por falta de interés de las autoridades, falta de recursos, desvío de los mismos, o por la apatía de los empresarios y la población que prefieren lo más fácil: ¿para qué buscar otras opciones cuando el turismo proporciona una alta rentabilidad?
El turismo tiene que ser la palanca, el motor de desarrollo de otras muchas ramas de producción no dependientes del turismo, porque cuando llegue el punto de saturación o algún cambio en las tendencias mundiales y nacionales de flujo turístico, o fenómenos naturales como los huracanes, o la violencia de los cárteles, las cosas se van a poner muy difíciles.
Quintana Roo está a tiempo. No se trata sólo de cuidar el medio ambiente, lo cual es una medida primaria absolutamente necesaria, sino de retomar algunas actividades como la pesca, más allá de las especies exóticas o en peligro de extinción.
Una industria pesquera realmente desarrollada sería una base de proteínas para la población, a la vez que sustento económico y de abastecimiento para los hoteles. Eso implicaría infraestructura portuaria pesquera, embarcaciones para aguas profundas, abastecimiento de combustible, frigoríficos…
Podemos hacer algo ahora o esperar a que decline el auge turístico.