Cancún, educación y delincuencia organizada
Desde los asesinatos de los normalistas de Ayotzina hasta los jóvenes estudiantes de Jalisco o de la Ciudad de México, las amenazas contra maestros en Guerrero o Quintana Roo, la delincuencia organizada tolerada por el gobierno federal y algunos de los estados, impacta en la calidad de la educación en el país en la entidad.
Es el colmo que a las condiciones de bajos salarios, deficiencias en la infraestructura, transporte de mala calidad y programas educativos no siempre propicios para los alumnos de una zona determinada, se sume ahora la violencia contra los profesores por parte de los grupos delincuenciales.
Resulta inadmisible para la sociedad, aunque nuestra sociedad prácticamente lo permite todo, que no hay un freno para quienes amenazan, extorsionan, secuestran, matan a estudiantes y maestros para obtener dinero de manera ilícita.
Ante la pasividad y complicidad en muchos casos de los cuerpos policiales, los maestros no han tenido otra opción de esconderse, huir o perecer en el intento de no ser extorsionados por los delincuentes que operan con total impunidad.
El problema es que no son solamente amenazas, pues incluso, el esposo de una docente fue asesinado frente a su familia, lo que mantiene atemorizado a los docentes de la zona norte del estado.
Así que los maestros que se sienten atemorizados ya han pedido sus cambios por la situación de intranquilidad que se vive en la entidad y que desafortunadamente permea en los alrededores de las escuelas de educación básica.
La violencia se extiende de norte a sur del estado por lo que los mentores han tenido que dejar sus centros de trabajo para proteger a sus familias, y si bien, hay puntos rojos como Cancún, también han sido reportados casos en Tulum y Cozumel.